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6 pautas para fomentar la solidaridad en tus hijos

Enseña a tu hijo uno de los valores más empáticos que le ayudarán a comprender mejor el mundo

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Por tendencia natural los niños, en edades tempranas, suelen tener conductas egoístas; no tienen potenciada la capacidad de pensar en los demás de manera habitual. Por este motivo, debemos educarles para que piensen y cuiden a los demás, estén pendientes de las consecuencias que sus conductas tienen sobre otros y aprendan a compartir lo que son y lo que poseen. En definitiva, lo que se pretende es hacerles personas empáticas y solidarias.

La solidaridad transforma el mundo para hacer de él un lugar mejor

La solidaridad es uno de los valores más importantes que podemos transmitir a nuestros hijos, transforma el mundo para hacer de él un lugar mejor. Consiste en ayudar, colaborar o cooperar con otros que lo necesitan sin esperar nada a cambio, excepto una gran satisfacción al ayudar a los demás.

Para potenciar la solidaridad en los niños se pueden seguir las siguientes pautas:

  1. Como todo lo que tratamos de trabajar con los niños, lo primero es ser un buen ejemplo para ellos. Esto significa que seamos capaces de transmitirles, con nuestro quehacer diario, la capacidad de pensar en los demás y entregar nuestro tiempo y ayuda a los demás.
  2. Es importante comenzar haciéndoles pensar en personas que les rodeen y teniendo detalles con ellos. Por ejemplo, que pregunten de manera constante a sus hermanos, padres, amigos, etc. cómo se encuentran y si necesitan algo. Con ello les enseñamos el primer paso para ser solidario: ser capaz de pensar en los demás.
  3. A continuación tendremos que hacerles ver la importancia de dar sus cosas a otras personas cercanas que las puedan necesitar: compartir el almuerzo con un niño que no lo ha llevado, dejar los juguetes en el parque, compartir con los hermanos juegos, materiales, etc.
  4. Un paso más es dar a aquellos que lo necesitan aunque no nos sean cercanos ni los conozcamos: hacerles ver situaciones de verdadera necesidad que sufren niños como ellos pero que viven en otros países, enseñarles su situación de vida y ayudarles a que compartan con actividades como apadrinamiento, donaciones, etc.
  5. Realizar actividades solidarias en familia como participar en deportes o fiestas para recaudar fondos para un bien social o benéfico. Es interesante no sólo que asistan sino que participen y, si es posible, que incluso puedan formar parte de la organización. De este modo sabrán lo que es luchar por otras personas que lo necesitan y dedicar para ello tiempo, esfuerzo y cariño.
  6. Una vez que vayan adquiriendo el hábito de pensar en los demás y entregar lo que posean, bien sea tiempo, esfuerzo, cosas materiales o dinero, aprenderán de manera colateral a hacer este tipo de esfuerzos de forma totalmente altruista, es decir, sin esperar nada a cambio. Es en este momento cuando aprenderán realmente el concepto de ser solidarios. Y al serlo también experimentarán la felicidad personal.