
A propósito de la celebración del Dia Internacional del Jazz, nos animamos a bucear sobre ese mundo del swing al ritmo de clásicos ineludibles que no pasan desapercibidos ni para los oídos más jóvenes.
Educación musical
Hablando en términos generales, la música es sin duda una de las expresiones artísticas más accesibles y amadas por la población mundial. Incluso antes de nacer, los bebés ya responden al estímulo musical positivamente, con lo cual la música nos acompaña durante toda la vida, literalmente.
Cuando nos adentramos en géneros musicales más específicos, el jazz es conocido por ser un estilo complejo, sofisticado y, por lo tanto se lo etiqueta música “para adultos”.
Y aunque siempre hay excepciones, es totalmente acertado decir que no es una música fácil para introducir desde la niñez. El primer punto “desfavorable” es que gran parte del repertorio del jazz cuenta con canciones de larga duración, superando en muchos casos los 10 minutos por tema.
¿Cómo podemos despertar el interés por el jazz?
Se sabe que la capacidad de retención y paciencia durante la infancia es muy corta. Además, el jazz suele tener mucho contenido instrumental , a diferencia de la música radial y popular, con lo cual no es algo que se conozca o comparta demasiado en un ambiente estudiantil.
Dicho esto, la música no es exclusiva para ningún rango etario realmente. Fito Páez, uno de los cantautores más emblemáticos de Argentina y Latinoamérica dijo que “no es que no nos gusta ese tipo de música: es que no estamos preparados para escucharla”. Y felizmente el jazz no es la excepción. De hecho, cuenta con opciones sumamente amenas para compartir sin importar la edad.
Dejamos entonces un puñado de canciones icónicas del género que con tan solo compartirlas durante unos pocos minutos, causarán como mínimo curiosidad y hasta algún que otro movimiento de pies.
1. Take Five (Paul Desmond)
Esta canción tiene dos puntos a favor de la escucha amigable: Además de tener una melodía sumamente sencilla y divertida, se utiliza un patrón solo con aplausos que se puede enseñar a niños en poco tiempo. De hecho, el ritmo suele ser la mejor forma de introducir a cualquier niño en la música con lo cual este clásico popularizado por Dave Brubeck es una excelente opción
2. Watermelon Man (Herbie Hancock)
Aunque no se lo considera parte del jazz clásico, Watermelon Man es una de las piezas más populares e interpretadas de la historia del género gracias a su inteligente fusión con otros estilos como el funk y la música latina. Se podría decir que es una de las canciones más amplias a nivel público por su melodía corta y pegadiza.
3. Garota de Ipanema o “The Girl From Ipanema” (Antonio Carlos Jobim)
Definitivamente la bossa nova más popular en todo el mundo tiene una fuerte raíz en la tradición jazzística. El jazz se caracteriza por contar con mucha música más tensa y “nerviosa. Por esto es que Garota de Ipanema es una canción ideal para oídos que buscan relajarse con un tempo más calmo y amigable.
4.“Summertime” (George Gerswhin)
Junto con “Fly me to the moon” y “All of me”, esta canción es posiblemente la más conocida y reversionada de toda la historia del jazz hasta la actualidad. En especial la versión de Ella Fitzgerald es una que recomendamos efusivamente por su interpretación magnética y directa.
‘La vida es como el Jazz, es mejor cuando improvisas …’ (George Gershwin)