4 Estrategias parentales para influir positivamente en el uso tecnológico familiar

4 Estrategias parentales para influir positivamente en el uso tecnológico familiar

Para convivir sanamente en plena era digital

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Es posible aumentar o mantener nuestra autoridad como padres en tiempos donde la tecnologia ocupa un interés y tiempo notables en la vida de nuestra familia. ¿Cómo podemos acompañar sin dejar de ejercer nuestra funcion de cuidados?

En el paradigma digital en el que vivimos, la tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas. Los dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras son herramientas útiles que nos permiten estar conectados, trabajar de manera más eficiente y acceder a una gran cantidad de información. 

 

Sin embargo, también pueden ser una fuente de distracción y un obstáculo, y esto no es la excepción cuando hablamos de las relaciones familiares.

 

En este contexto, es fundamental que estemos capacitados desde nuestro rol parental para ejercer la autoridad y establecer límites claros en cuanto al uso de las pantallas y la conexión digital en el hogar, sin dejar de apoyar el buen uso tecnológico familiar.

 

Es importante ser conscientes que los riesgos de una falta autoridad en este aspecto pueden implicar riesgos como el uso excesivo de la tecnología, la adicción a los dispositivos electrónicos, la falta de interacción social y el deterioro de las relaciones familiares.

 

En pos de mantener un equilibrio entre la tecnología y la estructura familiar, los padres pueden implementar diversas estrategias:

 

Hay un tiempo para todo

 

Una de las más importantes es establecer reglas claras en cuanto al uso de los dispositivos electrónicos. Por ejemplo, se puede establecer un horario específico para el uso de las pantallas, como después de haber completado las tareas escolares o durante un tiempo limitado cada día. 

 

La pregunta nos da posibilidades (y no molesta)

 

Hace tiempo que se habla de supervisar de cerca el contenido al que nuestros hijos acceden en línea. Sin embargo, el constante monitoreo sin contemplación de la emocionalidad de nuestros hijos es sumamente contraproducente, ya que promueve una imagen parental negativa para ellos desde el mandato “no puedo”.

 

Por esta razón, siempre es mejor preguntar desde nuestro genuino interés por conocer su mundo, gustos o dudas de lo que consume. Esto no solo generará una mayor confianza en futuras conversaciones que puedan surgir (como ciberacoso, consumo de pornografia, entre otras) sino que también podremos acompañarlos en su crecimiento y cuidarlos sin necesariamente perseguirlos de forma obsesiva. 

 

Haz lo que digo… porque yo lo hago también

 

Ninguna estrategia será realmente efectiva y real si no damos el ejemplo como padres al limitar nuestro propio uso de la tecnología. Los niños tienden a imitar o a observar con mayor detenimiento el comportamiento de sus padres, por lo que es fundamental que entendamos el uso responsable de nuestros dispositivos electrónicos para establecer límites saludables para sí mismos.

 

Si no podemos honrar los acuerdos y pautas de este tipo en familia esto puede generar que nuestros hijos cuestionen nuestra autoridad al no dar un ejemplo coherente con nuestra exigencia (y no estarían equivocados al hacerlo). 

 

Ampliando el repertorio

 

Por último, a veces no se trata de “restringir” sino de proponer otros espacios que ayuden a equilibrar la balanza de tiempo, energía, cuerpo y mente. Esto implica complementar con otras actividades que puedan prescindir de la tecnología.

 

Hay infinidad de ejemplos como salir a dar un paseo, jugar juegos de mesa, hacer manualidades o practicar deportes juntos. Una vez más: lo importante no es proponer estas actividades de forma automática o como una respuesta alarmista y de excesiva preocupación para con la tecnología.

 

Comunicarnos continuamente con nuestros hijos para entender qué intereses y características les atraen en general nos darán pistas más concretas y les evitaremos la sensación de actividades “forzadas”

 

En resumen, para mantener un equilibrio entre la tecnología y la estructura familiar, parece determinante que los padres estén capacitados para ejercer la autoridad y establecer límites claros en cuanto al uso de los dispositivos electrónicos.

 

Implementar reglas claras, supervisar el contenido en línea, fomentar la comunicación en familia, dar el ejemplo y promover otras actividades en familia son algunas de las estrategias que los padres pueden utilizar para lograr este equilibrio. Y el eje transversal de todas ellas continúa siendo el mismo: comunicación, amor y humildad en el largo y sinuoso proceso de conocernos entre padres e hijos.