Estudios recientes demuestran que la exposición prolongada a las pantallas en niños puede afectar su desarrollo cerebral, causando problemas de atención, retrasos en el lenguaje y alteraciones del sueño.
Es crucial equilibrar el tiempo de pantalla con actividades físicas y educativas, fomentando un uso responsable y saludable de la tecnología para el bienestar de nuestros hijos.
En este episodio, reflexionamos junto a Milena Gonzalez y Ana Valera sobre la importancia de moderar la exposición de los menores a las pantallas y el impacto que tienen ante la inmadurez del cerebro de los niños.