¿Por qué las pantallas digitales son tan adictivas?

Factores determinantes de la “tecnodependencia”

Por qué las pantallas digitales son tan adictivas
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Hay muchas razones por las que vivimos tan pendientes de las notificaciones en nuestro telefono. Identificarlas nos ayudará a relacionarnos más sanamente con nuestros dispositivos y que no nos gobiernen en el intento.

¿Alguna vez te has preguntado por qué, sin importar la edad, los seres humanos estamos tan pendientes de los dispositivos que utilizamos? Ya sean smartphones, tablets, relojes inteligentes o computadoras, todas tienen un común denominador: las pantallas. Esas que, por momentos, sentimos que no podemos dejar de mirar o chequear minuto a minuto.

 

Si miramos con lupa el fenómeno, descubriremos que existen varios factores que hacen a estos pequeños y medianos dispositivos tan atractivos para invertir (o gastar) tanto de nuestro tiempo en ellos:

 

Placer al alcance de la mano

 

Una de las razones principales por las cuales las pantallas de los dispositivos electrónicos son tan adictivas es la gratificación instantánea que proporcionan. Cuando deslizamos el dedo por la pantalla de nuestro teléfono o hacemos clic en un enlace en nuestro navegador web, recibimos una respuesta inmediata. Ya sea en forma de un mensaje de texto, una notificación en las redes sociales o un video divertido, esta gratificación instantánea activa el sistema de recompensa en nuestro cerebro, liberando dopamina, el neurotransmisor responsable del placer y la motivación.

 

Una experiencia “Todo en Uno”

 

Otra razón clave es la variedad de contenido que ofrecen. Desde redes sociales y juegos hasta videos y noticias, hay una cantidad infinita de información disponible en línea. Esta variedad de contenido nos mantiene enganchados, ya que siempre hay algo nuevo por descubrir y explorar. Además, las plataformas digitales están diseñadas para mantener nuestra atención el mayor tiempo posible, utilizando algoritmos que nos muestran contenido personalizado y relevante para nosotros.

 

¿El escape perfecto?

 

Además, las pantallas de los dispositivos electrónicos son adictivas porque nos permiten escapar de la realidad y sumergirnos en un mundo virtual. Con solo unos pocos clics, podemos transportarnos a lugares exóticos, interactuar con personas de todo el mundo y experimentar emociones intensas a través de juegos y películas. Esta capacidad de escapismo es especialmente atractiva en momentos de estrés o aburrimiento, ya que nos permite desconectar de nuestros problemas y preocupaciones cotidianas.

 

El mundo puede ser nuestro espectador

 

Otro factor que contribuye a esta “tecnodependencia” es la interactividad que ofrecen. A diferencia de la televisión tradicional, donde somos espectadores pasivos, las pantallas de los dispositivos electrónicos nos permiten participar activamente en la experiencia. Ya sea deslizando, tocando o escribiendo, esta interactividad nos hace sentir más involucrados y comprometidos con el contenido que consumimos, lo que a su vez aumenta nuestra adicción.

 

Nada es accidental

 

Por último, las pantallas de los dispositivos electrónicos son adictivas porque están diseñadas para serlo. Las empresas de tecnología invierten grandes sumas de dinero en investigar y desarrollar técnicas para mantener a los usuarios enganchados a sus dispositivos. Desde notificaciones push hasta autoplay de videos, estas estrategias están diseñadas para captar nuestra atención y mantenernos enganchados el mayor tiempo posible. Además, las redes sociales y las aplicaciones de juegos utilizan técnicas de gamificación, como recompensas y desafíos, para mantenernos motivados y comprometidos.

 

En resumen, las pantallas de los dispositivos electrónicos son adictivas por una combinación de factores, incluyendo la gratificación instantánea, la variedad de contenido, la capacidad de escapismo, la interactividad y el diseño intencional de las plataformas digitales. Si bien es importante disfrutar de la tecnología de forma moderada y consciente, también es fundamental ser conscientes de los mecanismos que pueden llevarnos a desarrollar una adicción a las pantallas.

Joaquín Sombielle

Licenciado en Psicología

Docente de piano y lenguaje musical