Cuando la mentira se convierte en un juego

Una pequeña mentira es razonable, cuando se convierte en permanente, tenemos que tomar medidas

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Como padres tenemos que ser capaces de distinguir cuándo la mentira casi es un juego y cuando se utiliza como mecanismos habitual de comportamiento. Las «mentirijillas» son saludables pero si nuestro hijo miente de manera constante debemos de averiguar por qué y a qué es debido.

Claudia Schutt

Psicoterapeuta / Argentina

Licenciada en Psicología Clínica por la Universidad del Salvador de Buenos Aires.