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¿Con quién se portan peor: con papá o con mamá?

Los pequeños suelen presentar peor actitud con quienes les ponen normas y límites

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“Los niños no son tontos”, una frase que se dice habitualmente para indicar cómo es posible que sean capaz de portarse perfectamente cuando está en clase o con los papás de un amiguito, y se revolucione cuando está con sus padres. ¿Por qué ocurre esto?

Niños y niñas saben con quién deben portarse bien y quién les dará más libertad

Casi todos los padres y madres relatan situaciones parecidas vividas con sus hijos: niños que comen perfectamente con los abuelos o en el comedor, pero que montan un berrinche tremendo cuando toca comer en casa. Chicos y chicas que se portan perfectamente en clase y cuando están con otras personas, pero que no obedecen a sus padres.

Una situación que puede resultar preocupante para los progenitores, pensando que sus hijos tienen un plan contra ellos, especialmente con sus madres, ya que generalmente se portan peor con ellas. Pero es algo normal que ocurre por varios motivos:

  1. Normalmente, los padres son los que marcan las normas y los límites y los que piden cosas aburridas que el niño no quiere hacer, mientras que cuando está con los abuelos o con amigos normalmente se está divirtiendo y llevando a cabo actividades que le gustan.
  2. Los abuelos u otros familiares no tienen que educar a los niños, con lo que suelen ser más flexibles con las normas y enseguida ceden a los caprichos, por lo que no tienen motivos para enfadarse ni para montar una pataleta.
  3. La paciencia de las madres suele ser más limitada debido a que, generalmente, pasan más tiempo con los hijos y es normal que estallen antes cuando estos no se portan bien.
  4. Los niños son muy listos y saben cómo deben portarse en cada ocasión. Saber perfectamente cuándo pueden “tirar de la cuerda” y cuándo hay que estarse callados.

Además, un reciente estudio de la Universidad de Washington llegó a la conclusión de que los niños se portan peor con sus madres debido a una feromona que emiten las mamás que altera su comportamiento y les hace reclamar su atención gritando.

En definitiva, los niños se portan peor con su cuidador principal, que suele ser la madre, pero eso no significa que no sea a la vez la persona a la que más quieren.