Las buenas relaciones se cultivan, se cuidan y se miman para que perduren. Los vínculos afectivos que establecemos con los demás dependen de lo mucho o poco tiempo que dediquemos al otro. Si no se trabaja, se pierde. Por eso, Laura Lewin insiste en la importancia de crear conexiones con nuestros hijos e hijas desde la infancia para que de mayores «cuenten con nosotros para lo que necesiten».
