Big data es un término muy popular que hace referencia al gran volumen de datos del que disponemos actualmente gracias a las nuevas tecnologías e internet. El problema es que este gran volumen de datos al alcance de todos presenta ciertos riesgos que los padres deben conocer.
El big data está presente en todos los hogares, y puede conllevar riesgos como privacidad, seguridad, discriminación…
Hasta hace unos años nadie sabía lo que era big data ni sus posibles ventajas e inconvenientes. Y es que este término, que suele empelarse en los negocios, hace referencia a un gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, con una gran complejidad y velocidad de crecimiento que van unidos a las nuevas tecnologías.
Por eso, actualmente el término big data no engloba solo información o datos al alcance de las empresas, sino que cualquiera puede acceder a gran cantidad de datos e informaciones muy variables, de gran complejidad y que crecen por segundos gracias a internet y las redes sociales. Incluidos los niños. Y, como casi todo, presenta sus riesgos, que los padres deben conocer.
Seguridad y privacidad
Uno de los mayores problemas, sin duda, es que en internet se queda guardados para siempre todos los datos, informaciones, comentarios, fotos, etc. que subamos a él, por lo que existe el riesgo de que el niño comparta datos personales o privados (o que internet los obtenga a través de diversos dispositivos) que otras personas pueden usar para malos fines como chantaje, acoso, robo, etc.
Por eso, debemos prestar especial atención a lo que nuestros hijos comparten por redes, aunque sean privadas, puesto que es mucho más sencillo de lo que creemos obtener ese tipo de datos e informaciones.
Y no solo lo que comparten, sino también lo que usan. Hace poco UNICEF denunció que un famoso juguete de Mattel, la Hello Barbie, que entablaba conversaciones con sus dueños, permitía almacenar esas conversaciones en una nube que se podía compartir con terceros, lo que posibilitaba acceder a esas conversaciones privadas para conocer más acerca de las familias que la tenían.
Además, mucha gente pueda usar la información que ahí se encuentra para manipular a los demás e influir en sus compras, su voto, sus opiniones, etc. Lo cual es, sin duda, muy peligroso.
Por lo tanto, es necesario controlar lo que nuestros hijos hacen y comparten, pero también exigir que este tipo de datos no puedan ser compartidos y puedan ser eliminados o rectificados.
Procesar tanta información
No toda la información que se encuentra en la red es información fiable y de calidad, por lo que podemos encontrarnos todo tipo de datos e informes falsos. Asimismo, puede ser complicado procesar un volumen tan ingente de información y saber discernir qué es válido de qué no, puesto que los datos de Internet no paran de crecer.
Los chicos pueden basarse en datos erróneos de internet a la hora de estudiar o hacer un trabajo, lo que puede causarles malas notas.
Y, por supuesto, es una fuente de discriminación, puesto que quien no tiene acceso a este tipo de big data queda aislado, obsoleto y atrasado respecto a los demás.
Por lo tanto, debes enseñar a tu hijo a procesar de manera adecuada la información y saber buscar fuentes fiables en internet.