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8 consejos básicos antes de darle un celular a tu hijo

Tenemos que confiar porque un día dejaremos de controlarles

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Hay muchos debates sobre el uso de los dispositivos, la edad en la que es recomendable que dispongan de su móvil y otros temas acerca de la tecnología en los niños. Entre otros motivos, por eso se han desarrollado algunas aplicaciones de control parental para evitar que se vuelvan adictos al uso de la misma a través de una determinada aplicación o sitio web que quedan expuestos a contenido inapropiado.

¿Quién nos enseña a ser padre y madre?

Las aplicaciones de control parental están cada vez más extendidas para que las familias puedan moderar el uso de los dispositivos de sus hijos pequeños. En unos países, algunas de ellas tienen establecido el uso para una edad máxima de 13 años, en otros de 14 ó 16.

Una amiga me enseñaba en su móvil nuevo cómo había instalado una de ellas, con las diferentes acciones que podía llevar a cabo.

  • Establecer horario de uso de móvil (que ven, como lo ven).
  • Poner límite de uso en los juegos y apps.
  • Controlar el acceso y/o bloquear contenido de webs, aplicaciones, llamadas y mensajes.
  • Acceder al “botón SOS”, en el caso de que se encuentren en una situación de apuro, con sólo dar al botón aparece la llamada de emergencia y ubicación. Esta función nos puede parecer imprescindible hoy en día con las cosas que vemos y oímos que pasan.

Estaba preocupada con el uso del móvil de uno de sus hijos y pensó que instalar la aplicación era una buena solución. En principio parecía que sí. Aunque su hijo estaba bastante revuelto y ahora con la instalación de esta app estaba peor, enfadado con el mundo, irascible, sin saber que le pasaba. Pasados unos días todo se calmó. Continuamos hablando y me dice, ¿quién nos enseña a ser padre y madre?

Estas aplicaciones son una herramienta, pero no la única y principal, no debemos dejar atrás, ni olvidarnos, que son ellos los que deben llevar las riendas de su vida e ir sabiendo cómo manejar el uso del móvil y otros dispositivos. Porque si hacen las cosas porque les estamos controlando o vigilando el día que no lo hagamos no sabrán cómo actuar.

Nuestros hijos e hijas en el fondo quieren que les ayudemos a hacerlo, que les acompañemos en el camino, aunque se revuelvan. Lo estamos haciendo por ellos porque les queremos y cuando se les pide con cariño se dejan. Ellos no saben y les tenemos que ayudar.

Si decidimos instalar la aplicación, es bueno contar con ellos y ellas de cómo lo vamos a llevar a cabo, que participen de las sugerencias y vayamos poniendo en práctica una “tabla de ejercicios” para que lo vayan haciendo suyo. Con esto quiero decir que la aplicación puede ser un complemento, pero no tiene por qué ser la solución.

Debemos de darles unos criterios de uso de los móviles y dispositivos, con la ilusión del principio están dispuestos a casi todo, como pueden ser:

  1. Tiempo de uso en casa.
  2. Utilizarlo en zonas comunes de la casa.
  3. No hacer uso de él en la habitación con la puerta cerrada.
  4. Interesarnos por los juegos y aplicaciones que les gustan.
  5. Establecer el horario de cuándo se enciende por la mañana y se apaga por la noche.
  6. Tener un sitio común para cargarlo con el resto de móviles familiares.
  7. En las comidas móviles en “una caja”.
  8. Es importante que los padres y madres demos ejemplo con los criterios sugeridos.

Nos piden “a gritos” que les ayudemos a conseguirlo.