Suena la alarma de tu smartphone, te despiertas, vas a desayunar y, mientras disfrutas de tu café, revisas la bandeja de correo electrónico, das un paseo por tus redes sociales o verificas quién te ha escrito a través de Whatsapp para luego decidir a quién responder. La tecnología forma parte de nuestro día a día, desde primera hora de la mañana hasta que nos vamos a dormir. Y la tecnología también forma parte del día a día de nuestros adolescentes.
El sistema educativo ya está trabajando en el cambio de paradigma
La tecnología forma parte de nuestro día a día, desde primera hora de la mañana hasta que nos vamos a dormir. Suena alarmante leer que más del 75% de las personas consultan el celular nada más levantarse, y lo más impactante es que esta cifra crece al 90% si hablamos de jóvenes.
Los adolescentes han crecido dentro de una era tecnológica, por tanto, utilizan la tecnología como pez en el agua. La gran mayoría la utilizan para comunicarse, entretenerse, informarse, realizar trabajos de escuela a veces sin siquiera abrir un libro para leerlo, o coger un papel y un lápiz para escribir.
En los colegios hace años que se incluyen equipos informáticos dentro de las aulas. Las pizarras tradicionales de tiza han sido sustituidas por pizarras electrónicas e interactivas. En algunas escuelas hasta han sustituido las mesas convencionales por mesas electrónicas, se han incorporado máquinas de impresión 3D e incluso los profesores invitan a los alumnos a realizar las tareas o verificar sus resultados a través del campus virtual de la escuela. ¡Un gran motor de cambio ha invadido nuestro día a día!
¿Qué retos supone la tecnología para la educación?
- El gran reto educativo es la gestión de toda la información que recibimos: opiniones, sucesos, noticias e ideas que nos llegan simultáneamente a través de todos nuestros dispositivos. Enseñar productividad y sobre efectividad en cuanto al manejo de la información aún, hoy en día, es una asignatura pendiente.
- En segundo lugar, podemos mencionar la importancia de mantener la motivación e implicación de los alumnos con el contenido. ¿Sabían que hay estudios donde se muestran que cerca del 80% de los niños utilizan los celulares en el aula? ¿Qué podemos hacer frente a ello?
- Por tanto, llegamos a la conclusión de que un tercer gran reto es que el aprendizaje en sí mismo, sea concebido de forma diferente. En estos momentos comienza a tener protagonismo lo que conocemos como mobile learning, una metodología de aprendizaje en las aulas a través de los dispositivos smartphone. Es necesario descubrir todo el potencial que podemos extraer de ella, sin olvidar lo importante del aprendizaje tradicional y de las actividades entre pares o al aire libre y que impliquen contacto directo con los entes que estudiamos. La integración armónica es el mayor desafío.
- La formación y el desarrollo de competencias digitales de profesores y docentes y no solo de los estudiantes y alumnos. ¿cómo los preparamos para el mundo de hoy si desconocemos el funcionamiento de las herramientas que necesitarán? Es un hecho que más de la mitad de los docentes consideran que tienen falta de formación para aprovechar la tecnología, aun así al no sentir seguridad frente al uso de las mismas, su integración se hace cuesta arriba.
Por suerte, existen una gran cantidad de docentes aventurados que valoran la transformación del aprendizaje gracias a la tecnología. Ellos son los que promueven el estudio del fondo marino, el universo o la visita a un museo que se encuentra en otro país o continente, a través del uso de gafas de realidad virtual.
- La adecuación de contenidos evidentemente es costosa ya sea en herramientas, en materiales o en tiempo. Hay que ajustar el contenido que anteriormente teníamos en un solo libro y mostrarlo de diferentes maneras: gymkanas, encuestas, quizzes, formularios de preguntas y respuestas online, animaciones, vídeos, códigos QR, etc… Hay un sin fin de opciones. Por suerte, en estos momentos existen organizaciones como mschools que han construido un entorno abierto, disponible para las escuelas y profesores que deseen aprovecharlo. Un entorno que enriquece las experiencias en el aula y promueve el desarrollo del talento y el espíritu emprendedor de los alumnos.
- Y por no dejar de mencionarlo, existe el problema o reto económico que deben realizar los centros educativos y las familias para poder integrar la tecnología en nuestras vidas: dispositivos tecnológicos para cada estudiante conectados de manera simultánea, acceso a wifi, comunicación directa, acceso o bloqueo de páginas determinadas, entre otros aspectos.
Como ven, la tecnología es un gran aliado para ofrecer la posibilidad de desarrollar competencias digitales en nuestro hijos, a generar un cambio en el ámbito educativo integrando nuevas metodologías en el aula y ayudando a preparar a nuestros pequeños para un futuro próximo y tecnológico. La tecnología siempre nos va a plantear retos, pues avanza a pasos agigantados. Esperemos que el sistema educativo que ya está trabajando sobre un cambio de paradigma, siga un camino paralelo y le ofrezca las herramientas necesarias afrontar el futuro que les espera.