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¿Cómo acompañar a nuestro hijo en el aprendizaje de recursos tecnológicos?

Si lo hacemos desde pequeños no sentirán que les inspeccionamos sino que lo podrán percibir como algo natural e incluso pueden sentirse más seguros

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La inmediatez que permiten las tecnologías en ocasiones produce dependencia. En el caso de las relaciones pueden producirse situaciones poco sanas emocionalmente y peligrosas si no se llevan con cierto control. No te pierdas este artículo… te lo contamos.

Tenemos que enseñarles a ser conscientes de lo que publican o transmiten

Entre ellas cabría destacar las siguientes:

1. Excesiva dependencia hacia la relación: necesidad constante de estar conectados, saber algo del otro.

2. Inmediatez constante a las respuestas provocando cierta impaciencia e intranquilidad ante la falta de esa respuesta inmediata.

3. Control extremo de la otra persona: se va evolucionando en los temas de privacidad pero todavía queda camino. Se puede llegar a tener un control excesivo de la otra persona sabiendo si ha leído o no el mensaje, si está conectada o lo ha estado… Esto da lugar a falta de intimidad y, en muchas ocasiones, a conductas de ansiedad desproporcionadas.

4. Presión para compartir información que no se desee.

Todo ello, llevado a un extremo, puede llegar a situaciones de ciberacoso que dañan enormemente a las personas y generar círculos difíciles de parar y romper. Los datos de ciberacoso son cada vez más altos y están generando grandes problemas, especialmente en la adolescencia, etapa en la que el ser humano es más débil y vulnerable. Se llega a tener fobia al móvil, ordenador, Tablet… El miedo no está en salir de casa, como podía suceder con situaciones de acoso, sino que el ciberacoso es constante y en cualquier parte. La ventaja de la nube, sistema on line o estar siempre en red es lo que provoca. Y el único modo de combatirlo es siendo capaz de romper con ese mundo digital.

Para evitar o reducir al máximo estos riesgos es importante enseñar a los niños, desde muy pequeños, a hacer un uso correcto de los recursos tecnológicos pensando, en todo momento, en su intimidad, integridad y dignidad personal. Ya no es cuestión exclusivamente de educarles en el hábito adecuado de utilización de lo tecnológico sino que hay que ir más allá. Los valores que se les transmitan deben estar también aquí. Algunos de los aspectos a los que se deberá dar especial importancia a la hora de educarles podrían ser los siguientes:

  • Enseñarles a generar vínculos de confianza de forma paulatina y con cierto tiempo de conocimiento de las personas. No significa que deban ser desconfiados o no abrir su persona para generar interacción pero tampoco deben hacerlo de modo precipitado.
  • Ser conscientes de lo que publican o transmiten en las redes y todo lo que sea público. Este es un aspecto que requiere de un asesoramiento por parte de algún adulto. Cuando comiencen a utilizar cualquier recurso tecnológico es recomendable que sea en compañía de los padres, hermanos mayores, profesores, primos…  Alguien que les pueda guiar sobre qué pueden decir o no, qué sistemas de privacidad deben utilizar, etc.
  • Saber tener criterio para decidir si lo que otra persona les pide quiere o no darlo o compartirlo y, en el caso que no se quiera compartir, si la respuesta de la otra persona no es la adecuada y utiliza la presión o amenaza para lograrlo, tratar de tener fuerza para comentarlo con un adulto y poner las medidas pertinentes desde un principio para no llegue a más. Dentro de estas medidas lo más eficaz es borrar a la persona de amigo digital o bloquearlo.
  • Educarles de tal modo que puedan defender su dignidad y saber que no todo se puede compartir y menos en el sistema digital ya que la falta de control de lo compartido es muy grande y puede tener consecuencias muy negativas para ellos.

En definitiva, una vez más, lo importante es la educación que se les dé a los niños desde que son pequeños y estar a su lado en el aprendizaje del uso de los recursos tecnológicos. Al ser tan cambiante este mundo digital y con una evolución tan constante es necesario estar con ellos de forma permanente. Si lo hacemos desde que son muy pequeños no sentirán que estamos como policías inspeccionando sino que lo podrán percibir como algo natural e incluso pueden sentirse más seguros.