Flipped Classroom es una nueva metodología de trabajo que permite reestructurar las actividades del aula ofreciendo a los estudiantes materiales de consulta y trabajo previo a la sesión presencial de clase. Esto está muy bien pero… ¿Qué retos se nos plantean como familia?
El mayor beneficio para los padres es este rol de acompañamiento en el proceso de aprendizaje
el profesor presenta vídeos cortos de contenido, guías de lectura, tutoriales o materiales de consulta que permitirán a los alumnos preparar los contenidos que se abordarán en la sesión presencial aprovechando entonces este momento para resolver preguntas o dudas que surjan, para promover el debate y el intercambio entre alumnos, entre otros aspectos.
Entre las ventajas de este tipo de metodología destacan:
- La organización del tiempo del estudiante, permitiendo que se prepare previamente y así pueda optimizar el tiempo que comparte con el experto.
- La posibilidad de tener el control del ritmo de su propio aprendizaje, permitiendo que pueda volver a leer el material o visualizar el vídeo tantas veces como sea necesario.
- La posibilidad de aprovechar el tiempo del profesor no en la presentación de fundamentos y conceptos básicos de un tema sino en el análisis y comprensión de contenido.
¿Qué implicaciones tiene para los alumnos?
Los alumnos tendrán la posibilidad de disponer de un profesor que tome el papel de guía del aprendizaje y los acompañe en la consecución de los objetivos previstos, eliminando el papel de “sabio” que expone conceptos y fundamentos.
Adicionalmente, permite que cada clase sea abordada de manera distinta mostrando a los alumnos nuevas formas de relación entre ellos y nuevas formas de aprendizaje. Desarrolla, por tanto, competencias diferentes en los alumnos y permite que la diversidad de dinámicas de clase aporte nuevas perspectivas y formas de hacer las cosas.
La siguiente imagen permite cuestionarnos los retos que se presentan a los padres: ¿Qué queremos? ¿Para qué estamos preparando a nuestros hijos? ¿Qué competencias deben desarrollar para enfrentar los retos del futuro?
Por tanto, nos preguntamos ¿Qué retos se nos plantean como familia?
El éxito de este tipo de metodología radica principalmente, en la posibilidad de asegurar que los alumnos efectivamente consulten las conferencias y los materiales de lectura, antes de cada sesión presencial.
A diferencia de los deberes a los que estamos acostumbrados, aquí se plantea la presentación de un contenido y también la posibilidad de extraer de él posibles preguntas, interrogantes y elementos de discusión que permitan al estudiante comprender cabalmente un determinado tema.
¿Cuántas veces os habéis sentado junto a vuestros hijos para ayudarlos con sus deberes y ha resultado imposible? Algunas veces por desconocimiento del contenido explicado o más bien de la forma en la que se había explicado un determinado tema. Adicionalmente, el niño se convertía en una pared que terminaba diciendo “lo haces mal papá, así no lo explicaron en clase” y finalmente la labor de acompañamiento de un padre se transformaba en una verdadera tortura.
La metodología de Flipped Classsroom o Clase Inversa puede revertir esta situación. Los padres ahora tendrán la posibilidad de conocer cómo se exponen y presentan los contenidos y así centrarse en ayudar a sus hijos a buscar formas de presentación de los datos y comprensión de los contenidos para ser capaces, finalmente, de exponerlos y compartirlos con sus compañeros. Tendrán una opinión propia y pre-elaborada sobre cada tema que les permitirá adentrarse en el análisis de los contenidos de una manera más profunda y con mayor sentido.
El mayor beneficio para los padres es este rol de acompañamiento en el proceso, sintiendo cómo su hijo se convierte en protagonista de su propio aprendizaje, ayudándole y aportándole tiempo para su comprensión de cada tema y favoreciendo competencias claves para su desarrollo futuro como lo son el trabajo individual y el trabajo colaborativo. Es todo un reto, pero podemos decir que si se tiene un educador dispuesto a ello, ¡vale la pena!