La competencia digital, clave para el futuro de nuestros hijos

Aprende a usar las herramientas tecnológicas para tu desarrollo personal y el de tu familia

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No se trata de aprender a utilizar una herramienta en concreto sino entender su funcionamiento general. Desarrollar las habilidades necesarias para realizar tareas, resolver problemas, comunicar, colaborar y construir conocimiento de forma efectiva, autónoma y reflexiva.

El uso de dispositivos tecnológicos en diferentes entornos cotidianos permite educar dentro del ecosistema digital

La tecnología forma parte de nuestras vidas y nuestra cotidianidad. Es fundamental preparar a nuestros hijos e hijas para los empleos del futuro, ya que requerirán del uso y la implementación de habilidades y destrezas digitales.

Los recursos tecnológicos que tenemos a nuestro alcance pueden usarse como herramientas de ocio y también de aprendizaje, atendiendo a hobbies, deportes, aficiones o bien a tareas académicas.

El uso educativo de la tecnología nos permite experimentar con el ecosistema digital de manera formal, creando estructuras y protocolos y abriendo opciones diferentes a los videojuegos o las redes sociales. La tecnología es muy útil para solventar problemas del día a día y nos permite ahorrar tiempo en muchos procesos. También nos ayuda a mejorar nuestras capacidades resolutivas.

No es lo mismo hacer una presentación de un trabajo escolar con un seguido de diapositivas  que hacerlo sin ellas. Algo similar sucede en el mundo laboral cuando defines una presentación sobre un proyecto en concreto dentro de una empresa.

La generación de una presentación de diapositivas, en sí misma, supone un desarrollo creativo por parte de la persona, un análisis previo de conceptos, su reelaboración, su síntesis y por ende, supone un mayor esfuerzo cognitivo.

Veamos, lo que sucede con la gestión del correo electrónico. Actualmente es un medio utilizado de manera recurrente en las escuelas y los jóvenes comienzan desde edades tempranas a usarlo. Nos permite etiquetar, clasificar, destacar y organizar la información de manera que podemos ser capaces de atender a diferentes temas o actividades, según prioridades. Lo importante es aprender a gestionar las comunicaciones en digital.

Veamos otro ejemplo: El simple aprendizaje del manejo de un programa de hojas de cálculo (Excel), supone un reto tecnológico, un beneficio cognitivo y también personal.

Claro está que, en cualquier momento, podemos complementar su uso con los cálculos de papel y lápiz, enseñar a resolver problemas y tratar información para ahorrar tiempo, automatizar procesos o cálculos repetitivos ¡es la clave del desarrollo de las competencias básicas de nuestros hijos!

El uso o abuso de los Smartphone

Como padres, ¿entendemos su potencial educativo? Lo podemos aprovechar como herramienta de aprendizaje y en la mayoría de los casos no lo hacemos. No olvidemos que los teléfonos de hoy son herramientas muy complejas con las que se pueden realizar actividades muy atractivas, interactivas y creativas. Grabar  y editar vídeos, escanear documentos, guardar archivos, interactuar con otros, entre muchas cosas más.

Sin duda alguna, la tecnología en general es un medio de aprendizaje prácticamente ‘infinito’. Pues gracias a Internet y los dispositivos digitales (Smartphone, tabletas, pizarras digitales, ordenadores o gafas de realidad virtual) podemos llegar a ‘cualquier’ rincón del mundo sin salir de nuestro hogar o nuestra escuela y acceder a grandes cantidades de información y conocimiento.

Nuestra labor como padres siempre será buscar los medios para aprender a sacar provecho de la tecnología y sus infinitas posibilidades

Hoy en día, como familia debemos restringir su uso a momentos concretos de la jornada diaria. Buscar la manera de aprovecharlos explorando aplicaciones y herramientas educativas. Fomentar el intercambio constructivo, la lectura, la investigación y sin duda alguna, también los momentos de ocio, juego y diversión.

A nivel de participación e intercambio, nuestros hijos están continuamente expuestos a múltiples formatos. Los períodos de cuarentena vividos han activado aulas virtuales en las que se encuentran amigos, se abren grupos específicos para trabajar temas concretos, etc. También se crean videollamadas con expertos.

En definitiva, han utilizado la tecnología como un medio para interactuar con otros, ya sean profesores, compañeros de clase, familiares o amigos.

Hasta este momento no habíamos encontrado a tantos profesores y tantas familias dispuestas a afrontar el cambio e integrar la tecnología en el aula y en el hogar, como el que nos ha brindado el año 2020.

En conclusión, desarrollar la competencia digital o las competencias TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en nuestros hijos significa que aprenderán a:

  1. Utilizar correctamente el ecosistema digital.
  2. Acceder y seleccionar información específica.
  3. Resolver problemas haciendo uso de la tecnología.
  4. Potenciar la creatividad.
  5. Conectar y comunicarse de manera óptima y eficiente, con otras personas de diversas maneras.

No olvidemos que la competencia digital es el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, estrategias y valores que son puestos en acción cuando usamos las TIC y los medios digitales para realizar tareas, resolver problemas, comunicar, tratar información, colaborar, crear y compartir contenido, y construir conocimiento de forma efectiva, eficiente, apropiada, crítica, creativa, autónoma, flexible, ética y reflexiva.   (Ferrari, A. (2012). Digital Competence in Practice: An Analysis of Frameworks. Luxembourg: Publications Office of the European Union. http://dx.doi.org/10.2791/82116, p. 30)

Mª Cristina Pérez Pietri

Pedagoga / Venezuela

Pedagoga en Gerencia Educativa. Máster en Multimedia y Educación de la Universidad de Barcelona.