11 pautas para enseñar resiliencia a nuestros hijos

El Coronavirus ya está metido en nuestras vidas, y los chicos nos están observando.

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Las crisis son inevitables, pero la forma en las que las controlamos será una enseñanza para nuestros hijos. Si manejamos esta situación tan particular de una manera constructiva, les estaremos enseñando habilidades socio-emocionales que podrán utilizar en su propia vida.

La resiliencia es la capacidad de afrontar obstáculos, desafíos o dificultades, y poder superarlos

Esta es una gran oportunidad para enseñarles que en una crisis uno puedo reaccionar con pánico, o bien responder y adaptarse. No es lo mismo reaccionar que responder. No podemos frenar una ola, pero sí podemos aprender a surfear en ella.

En vez de enseñarles a entrar a pánico, enseñémosles a desarrollar la resiliencia.

¿Cómo lo hacemos?

1. Conexión, conexión, conexión.

No pierdas la conexión con ellos. Detrás de hijos seguros, hay padres y madres que han sabido conectarse con ellos. Los chicos y chicas pueden desarrollar mejor la resiliencia en un contexto de afecto y apoyo.

2. Debemos sostener rutinas.

Las rutinas nos dan una sensación de familiaridad y es reconfortante, especialmente para los más chicos.

3. Foco en lo positivo.

El optimismo y la resiliencia son un binomio indisoluble. Si queremos que sean optimistas, debemos ayudarlos a enfocarse en lo bueno de las situaciones.

Enseña a tus hijos a «pensar en lo que piensan» y reformular pensamientos negativos por positivos. En vez de «qué bronca que no podemos salir», podemos intentar con «pensamos en cosas que nos encanta hacer en casa que nunca tenemos tiempo para hacer.»

4. No desconozcamos miedo al cambio o a lo desconocido.

A muchos chicos les resulta difícil el cambio. Debemos enseñarles que siempre hay cambios o transiciones, y que son tan naturales como la marea, que sube y baja. El cambio es parte de la vida y tenemos que aprender a tomarlo con naturalidad.

5. Enséñales a resolver problemas.

En vez de resolver las cosas por ellos, pregúntales qué harían y anímales a buscar soluciones y a no quedarse en la queja.

6. Enséñales que está muy bien pedir ayuda.

No se trata de ser «valientes» porque sí, sino de saber pedir ayuda cuando la necesitan. Ser valiente también es saber pedir ayuda y aceptarla.

7. Ayúdalos a gestionar sus emociones.

Los chicos son chicos y se asustan con lo que escuchan, lo que ven en la tele, o perciben. Anímalos a hacer preguntas y contestemos sólo lo que preguntan, sin darles mayor información que no puedan manejar.

Explícales que está bien sentir miedo, o angustia y ayúdalos a auto regularse: desde respirar con calma, enfocarnos en una melodía, visualizar algo que les de calma, hablar del tema, hacer ejercicio, escribir lo que les pasa, apretar algo con mucha fuerza, dibujar, jugar con masa, dejar correr agua o arena entre las manos, todo esto ayuda a deshacernos de emociones tóxicas.

8. Practiquemos la solidaridad.

Al hacer algo por alguien, los liberamos de la sensación de «no se puede hacer nada». Además, se sienten valorados y se ponen activos frente a esta situación. Puede ser algo tan sencillo como ordenar el ropero y ver qué ropa podemos donar.

9. Ayudémoslos a sostener su grupo de amigos.

Esto puede ser a través de redes sociales. Es importante que no se sientan solos.

10. Que vean lo que pueden lograr ayuda a desarrollar la auto-confianza.

Hazle ver sus logros, aunque estos sean pequeños. «¡Viste que ya terminaste con la tarea de matemática, y al principio te parecía un montón!».

11. De todo se aprende.

Pregúntales con frecuencia, ¿qué podemos aprender de esto? Ayudarlos a ver que de todo se aprende y de todo se saca algo positivo, les enseña a seguir adelante y no darse por vencidos con facilidad.

Y por sobre todas las cosas, el mantener la calma y responder, en vez de reaccionar, es lo que va a permitir que puedas conectarte mejor con tus hijos. Eso significa que debés aprender a autogestionar tus emociones.

Después de todo, educar no se trata de qué hace el niño, sino de qué hacemos nosotros en función de eso. Nuestros hijos están aprendiendo. Esto significa que alguien debe enseñarles. Si queremos que nuestros hijos aprendan, debemos mostrarles cómo hacer las cosas.

Laura Lewin

Escritora, capacitadora, formadora docente y consultora.