Regreso a clases: tips para que sacarle el mejor partido

Por una segunda vuelta mejorada

Happy little girl pointing at backpack while buying school supplies with her parents in supermarket.
5/5 - (1 voto)

Retomar los estudios nunca es fácil luego de un periodo vacacional. Por supuesto, esto aplica a todas las edades. Consejos para que nuestros hijos puedan volver con todo a la escuela, de forma eficiente pero también saludable.

Por una segunda vuelta mejorada

La segunda parte del año colecciona una batería amplísima de emociones y realidades, incluso rayando el terreno de la contrariedad. Tras disfrutar del descanso, la familia y nuevas rutinas, el regreso a clases siempre es una oportunidad para construir una nueva aventura. Te dejamos algunos consejos para poder sacarle más partido a la desafiante segunda parte del año:

1. Reorganizar los espacios de estudio

Quizás, luego de la experiencia obtenida en la primera parte del año, repensar con más estrategia los lugares de la casa destinados al estudio puede ser una buena idea para optimizar mejor los espacios y mejorar la concentración.

Puede ser que durante el primer semestre, algún espacio haya resultado muy distractor para los niños, o que los adolescentes quieran cambiar de aire al elegir un nuevo lugar para conectarse con ese momento. Convengamos que son sitios en donde se pasa una cantidad de tiempo importante de la vida de un niño o adolescente, y que ellos puedan realizar asociaciones positivas al espacio puede sumar mucho a la hora de estudiar.

2. Metas, metas y más metas:

Si bien la gran meta, motivadora por excelencia, suele ser la cercanía al fin de ciclo, ponerse metas más pequeñas y alcanzables puede resultar motivador para niños y adolescentes. Ideas prácticas cómo elegir esas metas junto a los niños, plasmarlas en un calendario decorado a su gusto y ponerlo a la vista, proponerle a los jóvenes objetivos puntuales como levantar determinada materia, crear un plan de estudios o un calendario, o conquistar determinado logro en el deporte, música o extracurricular de su preferencia, son ideas que pueden ayudar a que la energía se mantenga arriba.

Junto a premiar y/o acompañar el cumplimiento de esos objetivos, de acuerdo a la edad, es posible optimizar o mantener el rendimiento en esta segunda vuelta, dando incluso, más sentido de propósito al estudiante para poder continuar.

Que “optimizar” no solo signifique sacar mejores notas, sino también revisar cómo vivir una vida estudiantil de forma más saludable.

3. Repensar para mejorar

Poder volver sobre como se encaró la primera parte del año en pos de sacarle más partido a la segunda, puede ser una buena idea. Quizás cabe repensar los horarios de estudio, el tiempo destinado, la anticipación con la que se preparan proyectos o exámenes, el relacionamiento con profesores y compañeros, entre otros factores. Poder revisarlo en familia, junto a los niños o jóvenes, desde la pregunta, contemplando lo que ellos observan y sienten al respecto, y entablando una comunicación abierta, sincera y cuidadosa. Esto puede llevarnos a volver a elegir modelos que funcionaron, a descartar los que no, y a pensar en nuevas maneras de capitalizar esa experiencia pasada, que permitirá a los estudiantes aplicar cambios que les generen mayor bienestar y harán del ciclo académico una aventura motivante.

4. Estar atento a las emociones

Que hayan atravesado la primera parte del año con éxito académico o personal, no significa que debemos asumir automáticamente que todo continuará como si nada y sobre ruedas. Todos esperamos que así sea, pero no está de más poder realizar un chequeo regular sobre cómo se sienten nuestros hijos, cómo van llevando sus estudios, que necesitan y cómo están tomando esta vuelta a clases. Podemos encontrarnos con panoramas de buen rendimiento pero de cansancio, de dificultades para retomar la rutina, con desgano, con necesidad de mayor autonomía para estudiar, con necesidad de ayuda puntual en algún área o materia, o con un gran rendimiento que merece apreciación.

Más allá de mejorar el rendimiento escolar propiamente dicho, se trata de ayudar a nuestros hijos a retomar la motivación, o a no perderla, y a procurar su bienestar primeramente para este segundo tramo del año que viene con sus propios desafíos. Con la experiencia de la primera parte bajo el brazo, se puede sacar mejor partido a la segunda: académicamente, si, pero también personal, social, emocional, familiar y psicológicamente.

 

Heliana Moriya

Docente de música de niveles inicial, primario y secundario

Psicopedagogía