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¿Cómo nació el sistema de palabras en el mundo?

Orígenes, curiosidades, funciones e importancia cultural e histórica de las palabras

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Actualmente, son muchos los objetos, conceptos o fenómenos que podemos definir con palabras. ¿Pero esto fue siempre así? ¿Son las palabras algo natural en nuestro origen como seres humanos? En este 23 de noviembre, Día Internacional de la Palabra, respondemos a estas preguntas.

Se estima que actualmente existen más de 7.000 idiomas en el mundo

Sin importar donde nos encontremos en el mundo, tenemos la costumbre desde hace milenios de enseñar la lengua local a nuestros hijos, exactamente la misma que la que aprendimos en la propia infancia.

Nos maravillamos cuando como padres logramos enseñarles las primeras palabras como “mamá” o “papá” cuando son bebés.

Pero existiendo tantos idiomas en el mundo (se estiman más de 7.000) y distintas reglas o simbologías, nos surge una pregunta elemental: ¿Quiénes crearon las palabras?

El origen de las palabras

Como sabemos, en la historia no siempre hay una sola interpretación de los hechos, y la invención de la palabra no es la excepción.

Según la mitología nórdica, el dios Borr fue padre de 3 hijos (entre los cuales se encuentra el emblemático Odín). Estos crearon a los primeros seres humanos a partir de la madera de dos árboles. Cada uno de estos tres dioses les brindaron una cualidad: sentimientos, espíritu y, finalmente, la capacidad del habla.

La Biblia sostiene que Dios le otorga el don del habla a Adán con un propósito muy claro: nombrar a cada ser vivo de la Tierra, lo que justificó la necesidad de un sistema lingüístico.

Para los Bantúes originarios de África, el origen de las distintas lenguas se debe a un suceso histórico muy impactante: un terrible período de hambruna que condujo a la población a balbucear gritos y ruidos extraños para canalizar la desesperación del hambre.

¿Por qué seguimos inventando palabras al día de hoy?

La razón es muy clara y simple: cuando aparece una nueva idea, invento o concepto, surge la necesidad de definirla. Quizás en un principio se busquen sinónimos que se acerquen a la idea, pero eventualmente se buscará una definición concreta para distinguirla de otras.

Esto nos demuestra que la palabra no solo sirve para comunicar, sino también para empatizar con los demás. Aunque no podamos sentir lo mismo que está experimentando otra persona, el poder conocer la definición de un sentimiento, enfermedad o sensación nos permite acercarnos a su realidad.

Vale la pena aclarar que las palabras tienen vida propia, en todos los sentidos: muchas nacen, se utilizan ampliamente, y luego mueren o caen en desuso. Esto se debe a que el lenguaje tiene una correlación directa con el colectivo cultural que la usa cotidianamente.

La importancia de la comunicación

Son muchas las sociedades que experimentan a través del tiempo modificaciones en sus pensamientos, creencias o intereses, lo que naturalmente afecta la forma de comunicación hasta ahora relevante. Esto, por supuesto, deviene en la necesidad de que nazcan nuevas palabras o bien la “muerte” de otras.

Es por esto que no se recomienda “anclarse” a una determinada palabra o concepto literalmente, ya que este puede cambiar o modificarse a través del tiempo. De hecho, son millones las palabras que nacieron con una definición concreta y que actualmente tienen un significado completamente diferente.

Por ejemplo, si pensamos en la palabra “bizarro”, probablemente lo asociemos con algo fuera de lo común, exótico o incluso “desubicado”. Pero nos sorprenderá saber que, siglos atrás, esta era una palabra para definir a una persona por su nobleza, generosidad o su valor.