Estudiar no suele ser la actividad que más divierta a nuestros adolescentes. En esta época su principal motivación es salir y divertirse. Pero es esencial que consigas que tu hijo se interese por sus estudios y no los abandone, ya que su futuro depende, en parte, de ello.
La motivación por parte de los padres es clave para que sean disciplinados
Los adolescentes, en la mayoría de los casos, no son capaces de valorar la importancia de los estudios. Ellos no ven el futuro como algo inmediato y en este momento clave de sus vidas se rigen por una satisfacción más inmediata. Estar con los amigos, compartir hobbies o ir al cine son actividades mucho más atractiva que quedarse en casa estudiando.
Por eso, es habitual que a estos años algunos chicos comiencen a dejar de lado los estudios y estos se conviertan en un foco de discusiones y tensión continua entre padres e hijos. Pero si bien es cierto que puede ser complicado motivar a los chicos a hacer algo que les aburre y que no encuentran útil, es posible si sabes cómo hacerlo.
- Lo primero que debes hacer es conseguir que entienda que estudiar es fundamental para su vida. No tiene que estudiar para que vosotros estéis contentos o para evitar conflictos, sino por él mismo. Hazle ver que la vida no es solo diversión y que todo lo que tiene (ropa, móvil, consola), lo tiene gracias al esfuerzo y trabajo de sus padres. Y si quiere de mayor tener dinero y poder independizarse o comprarse cosas, tendrá que trabajar. Y para conseguir un mejor trabajo, normalmente hay que estudiar más.
- Estudiar es su obligación. Todos tenéis que echar una mano en casa y su labor ahora es estudiar. Además, esto le permitirá recoger frutos a corto y largo plazo ya que, si estudia a tiempo, no tendrá que hacerlo en verano ni repetir curso.
- Ayúdale a descubrir sus intereses y habilidades para que encuentre su orientación vocacional. Si sabe qué quiere ser de mayor y qué necesita estudiar para conseguirlo, será más fácil que se encuentre motivado al tener un objetivo y una meta concretos.
- Los adolescentes suelen funcionar a base de premios, así que busca reforzadores ligados a los estudios que le ayuden a sentirse más motivado. «Termina la tarea así puedes ir más temprano con tus amigos”.
- Apóyalo y elógialo cuando se esfuerce y estudie, aunque no siempre saque las mejores notas. Así no se desmotivará.
- Evita las presiones. Nunca debes castigar, amenazar o manipular a tu hijo para que estudie. No lo obligues a estar horas encerrado en su cuarto para que estudie, así solo gastará el tiempo. Tiene que querer estudiar.
- Prueba diversas técnicas de estudio. Hay chicos a los que les ayuda estudiar con música mientras que otros tiene que repetir el texto en voz alta.