Un árbol genealógico es una representación gráfica de nuestros familiares más cercanos (aunque puede extenderse tantas generaciones como conozcamos). En él se refleja de una manera organizada y muy visual las relaciones parentales que unen a los miembros de una familia. Aprovecha estos días de confinamiento para realizar uno con tu familia.
Un árbol genealógico es una manera sencilla de lograr que el niño entienda quiénes son sus abuelos, tíos, o primos
Para los niños pequeños es complicado entender quién es su abuelo, su tío o su primo y qué relaciones hay entre ellos. Por ejemplo, que su abuela es la madre de su madre o que su tío es el hermano de su padre. Todo esto a ellos les suena a chino, pero es importante que conozcan desde pequeños las relaciones que unen a los miembros de su familia, sus nombres y qué significa ser el abuelo o el primo de alguien.
Una buena manera de hacerle entender todas estas relaciones parentales es elaborando un árbol genealógico, es decir, una representación gráfica, organizada y sistemática de las relaciones parentales que existen entre los miembros de la familia.
Además, se puede aprovechar la elaboración del árbol genealógico para hablarle de la historia familiar y social y proporcionarle nuevos conocimientos de historia, antropología, sociología, etc.
Por eso, se recomienda que, una vez que hayáis creado vuestro propio árbol genealógico, se lo enseñéis a los demás miembros de la familia y aprovechéis para que os cuenten historias familiares, que también pueden recogerse en un cuaderno o libro para que no se pierdan.
Asimismo, elaborar un árbol genealógico es una manualidad divertida y sencilla, estupenda para pasar una tarde todos juntos en familia.
Existen diferentes formas de crear un árbol genealógico: podéis hacer un árbol dibujado en cartulina con las ramificaciones para los miembros de la familia, algo más esquemático y visual con líneas que muestren el parentesco, etc. Incluso puedes imprimir algún modelo que te haya gustado de internet. Eso ya depende de vosotros.