Ejercicios para jugar y estimular a tu hijo

El juego es la mejor herramienta para estimular a tu hijo y crear lazos afectivos duraderos

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La estimulación temprana es un conjunto de técnicas que fomentarán el desarrollo de tu hijo desde muy temprana edad. Este proceso tiene grandes ventajas para su desarrollo tanto motor como congnitivo o social. El juego es uno de los mejores métodos para afianzar los lazos entre familia e hijos y para mejorar su desarrollo.

Es importante animar a nuestros hijos a realizar ejercicio

La estimulación temprana trabaja cuatro áreas, lingüística, motriz, cognitiva y social. Aunque las áreas son comunes a todas las edades los objetivos específicos varían dependiendo de la edad y del nivel de desarrollo de cada niño. Algunos ejemplos son:

La estimulación temprana trabaja cuatro áreas, lingüística, motriz, cognitiva y social. Aunque las áreas son comunes a todas las edades los objetivos específicos varían dependiendo de la edad y del nivel de desarrollo de cada niño.

Algunos ejemplos son:
0 a 3 meses:

  • Acostado boca abajo levantar y sostener la cabeza.
  • Seguir objetos con la mirada.
  • Alcanzar y sujetar un objeto.
  • Emitir sonidos guturales.

4 a 6 meses:

  • Balbucea.
  • Sentarse solo (en torno a los 6 meses).
  • Anticipa el alimento por medio de la visión.
  • Localiza sonidos en vertical y en distintas posiciones.

7 a 9 meses:

  • Voltearse.
  • Gatear.
  • Ponerse de pie.
  • Sostener un objeto con cada mano.
  • Destapa un objeto escondido.
  • Produce sonidos con intención.

10 a 12 meses:

  • Se sienta solo.
  • So pone de pie.
  • Comunicación intencional pre lingüística.

13 a 18 meses:

  • Sube escaleras gateando.
  • Anda solo.
  • Se agacha y vuelve a incorporarse.
  • Abre y cierra recipientes.
  • Pide algo nombrándolo y apoyándose con el gesto.

19 a 24 meses:

  • Salta con los dos pies.
  • Lanza una pelota sin perder el equilibrio.
  • Abre y cierra puertas.
  • Aparición del juego simbólico.
  • Señala y nombra partes de su cuerpo.

2 a 3 años:

  • Autonomía (al comer, vestirse, etc.).
  • Control de esfínteres.
  • Subir escaleras alternando pies.
  • Construir frases de 3 o más palabras.