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3 claves imprescindibles para conservar la amistad

Hoy celebramos el día internacional de la amistad

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Conservar un amigo o amiga no siempre es sencillo… Pero en realidad, si se conocen ciertas habilidades desde la infancia, tener amistades saludables y duraderas es más fácil de lo que te imaginas. No te pierdas las claves para conseguirlo en el día internacional de la amistad.

Para conservar las amistades se necesita tener ciertas habilidades sociales y emocionales

Los niños cuando tienen amigos amplían su mundo. Las relaciones con otros (como los niños de su clase) se vuelven importantes para el desarrollo del pequeño. Las amistades son buenas para la autoestima en edad escolar. Cuando los niños tienen buenos amigos, tienen un buen sentimiento de pertenencia.

Sus amigos se preocupan por él y esto le ayuda a sentirse importante y bien consigo mismo. En este sentido, y con motivo del Día Internacional de la Amistad, es importante enseñar a los hijos desde pequeños claves para conservar la amistad.

La amistad también ayuda a los niños a desarrollar habilidades importantes para la vida, como llevarse bien con otras personas y resolver conflictos y problemas. Cuando tienen este tipo de habilidades, tendrán menos probabilidades de tener dificultades sociales y/o emocionales en su futuro. Los niños conectan con otros mayoritariamente a través de los juegos.

De cualquier modo, para leer o sumar y restar, se necesitan habilidades específicas. Para hacer y conservar la amistad, también se necesita tener ciertas habilidades sociales y emocionales. Es importante que aprendan las claves para conservar la amistad. Aprender a conservar la amistad es algo que se debe aprender desde la infancia, pero nunca es tarde para empezar a hacer las cosas bien.

1. Honestidad ante todo

Las relaciones construidas a través de la falsedad no prosperan y además, suelen generar conflictos interpersonales, ¡a cualquier edad! En este caso, son relaciones superficiales que siempre fracasa. Para que una amistad sea sólida, los involucrados deben tener una actitud honesta unos con otros.

Para ello, hay que dejar de lado el ego y estar dispuesto a que otro te  conozca y te haga preguntas que se deberán contestar, aunque sean preguntas difíciles. Corresponder a otras personas en honestidad y confianza es un desafío para uno mismo, pero desarrolla la franqueza y la integridad personal.

Para conectar con otras personas es importante abrirse a los demás. Mantener diálogos honestos y evitar ser una persona cínica. La mejor forma de enseñar esto a los hijos, es siendo un buen ejemplo.

2. Pedir disculpas y aceptar errores

Saber pedir disculpas es esencial para conservar las amistades. Cuando conoces a alguien puedes conocer también sus fortalezas y sus debilidades. Igual que sabes quererle también sabes cómo hacerle daño. En momentos de tensión, las personas podemos dejar escapar cosas que hacen daño a otros, sobre todo a los amigos más cercanos.

Es importante enseñar a los niños que nadie es perfecto y que todos podemos equivocarnos a veces. Por eso, cuando nos equivocamos debemos dejar de lado al orgullo y arreglar la situación con la otra persona. Enseña a los niños a no ser cruel con otros y a que encuentren el equilibrio interno para poder decir lo que se piensa sin herir a otros: enseña asertividad.

Cuando se cometen errores hay que pedir disculpas por ello e intentar que la otra persona comprenda que la intención principal no era hacer daño en absoluto. Es importante enseñar a los niños que se debe explicar a otros el por qué de las equivocaciones y que las disculpas siempre son sinceras. Una disculpa falsa solo agravará el problema interpersonal.

El tiempo es precioso y muy valioso. Cuando se quieren a otras personas y se aprecia su amistad, lo mejor es solucionar los conflictos lo antes posible y así poder restablecer la amistad y que todo vuelva a la normalidad.

3. Tiempo y experiencias juntos

Las amistades se forjan cuando se pasa tiempo juntos y se comparten experiencias, pero no se deben forzar las situaciones. Por eso, para que una amistad pueda ser saludable además de compartir tiempo y experiencias, también hay que saber dar el espacio suficiente a la amistad para que no resulte demasiado incómodo.

Cuando nos sentimos bien al lado de otra persona podemos cruzar el límite y olvidar la gratitud que se debe mostrar. El contacto real es necesario para que la relación prospere, nunca hay que dar por sentado a los amigos.

Por eso, es bueno enseñar a los niños habilidades emocionales para que, cuando quieran conservar sus amistades, puedan expresar cómo se sienten y sean capaces de tomar medidas que demuestren que conoce a sus amistades y que las cuida. La generosidad siempre será la clave de la felicidad. Una relación de amistad saludable no se puede volver unilateral… ni tampoco se debe centrar en uno mismo. Debe ser siempre algo recíproco.

Para ello es necesario ser amable y considerado con los demás y tener en cuenta los intereses de los demás para planificar las actividades conjuntas y disfrutar de experiencias. Para conservar la amistad es necesario hacer lo correcto para estar bien.

Cuando se conoce a otra persona es necesario ser compasivo y altruista con los demás. De esta manera, podremos sentirnos bien con nosotros mismos y también con los demás. Algo completamente necesario también para que una amistad se conserve y lo más importante: prospere.