Cuando los niños son pequeños les da igual la ropa que les pongas, pero, a medida que se hacen mayores y se afianza su personalidad, van sabiendo qué les gusta y qué no. Más tarde, la influencia de los amigos les hace creer que es fundamental llevar ropa de marca para encajar, lo que suele crear conflictos con los padres.
Para muchos niños, la ropa debe ser de marca para ponérsela, el problema es su precio
La ropa de marca son las prendas que forman parte de un icono reconocida por todo el mundo. Esta ropa suele tener un precio más elevado que otras solo por ser “de marca”, pero otorgan a sus propietarios una especie de prestigio social, sobre todo si hablamos de aquellas que son accesibles solo para unos pocos o de aquellas que se ponen muy de moda.
Y ese prestigio es el que hace que los chicos y chicas, sobre todo llegados a la adolescencia, reclamen a sus padres la compra de ciertas prendas (zapatos, zapatillas, chaquetas, camisas, pantalones…) de marca. Para los adolescentes es muy importante encajar en el grupo. Están en pleno proceso de cambio y transformación, su personalidad se está afianzando y, aunque se muestren muy seguros de sí mismo, lo cierto es que es una etapa llena de inseguridades y miedos. Temen las burlas, perder a sus amigos, no gustar a esa chica o chico… y, ante la falta de autoestima, se refugian en el grupo, los amigos y el aspecto físico. Por eso, de repente se vuelve fundamental estar delgado, tener un peinado a la moda, maquillarse y comprarse ropa de marca que les haga sentirse más seguros consigo mismo.
El problema es que este tipo de ropa de marca es mucho más cara que la ropa de marca blanca, por lo que los padres se encuentran muchas veces ante la imposibilidad de cumplir sus caprichos, ya que no pueden gastar mucho dinero en unas zapatillas cuando existen por la mitad de precio. Por eso, existe una resistencia por parte de las familias y no ceden ante sus caprichos, lo que conlleva, en muchos casos, a situaciones de conflicto con los hijos.
Otras veces los padres sí pueden permitirse pagar este tipo de ropa, pero aun así no consideran apropiado gastar tanto dinero en ropa cuando no es necesario, ya que piensan que ofrecen un mensaje negativo al hacerle creer que se puede gastar el dinero en cosas innecesarias. De igual modo, surge un conflicto. ¿Qué hacer en estos casos?
- Si el problema es el dinero, explícale claramente a tu hijo cuánto ganas al mes y lo que supondría en la economía familiar gastar tanto dinero en una sola prenda. El chico ya tiene edad para entender vuestros problemas económicos y que no se puede gastar en tonterías.
- Si el problema es que no quieres gastar a lo tonto ni maleducar a tu hijo, explícaselo también claramente y dile cuánto te ha costado llegar a donde estás y tener el dinero que tienes para que valore lo difícil que es ganarlo. Aunque sea complicado, debes hacerle ver que la marca de la ropa no le hace mejor ni peor persona. Es importante que cuide su aspecto, pero tendrá más éxito con sus amigos y posibles parejas si se muestra tal y como es, divertido y seguro de sí mismo, independientemente de la ropa que lleve. Con 16 años parece que llevar unas zapatillas de marca es esencial para gustar y encajar, pero pronto se dará cuenta de que es lo menos importante.
- Por último, puedes proponerle que ahorre de su paga o haga pequeños trabajos para ganar un dinero extra y se compre él mismo esa prenda de marca que quiere. Así lo valorará más y entenderá lo que cuesta ganar dinero. Puede que, incluso, una vez tenga el dinero prefiera gastarlo en otra cosa.