La crisis del coronavirus requiere que todos seamos más responsables. Las familias influimos en las conductas, pensamientos, acciones y sentimientos de nuestros hijos e hijas. Es un buen momento para trabajar los valores y el liderazgo positivo.
La familia es uno de los agentes que más influye en el concepto de solidaridad de nuestros hijos.
Proponemos una idea de liderazgo positivo basado en la confianza mutua. Nuestros hijos deben interiorizar valores como la solidaridad con la finalidad de mejorar personalmente para hacer mejores a los demás.
Estamos saturados de todo tipo de noticias, nos invaden las imágenes de lo que está bien, pero sobre todo de lo que está mal.
Pero quizá lo que debemos preguntarnos es, ¿cómo estamos actuando nosotros?, ¿qué estamos haciendo para ser responsables con nuestras acciones?, ¿hacemos lo que queremos o lo que debemos?
Es un momento de extender el liderazgo por la solidaridad, definiéndola como el sentimiento que nos lleva a “sentirnos todos uno”.
Tenemos que tomar conciencia de que no estamos solos en el mundo y que los demás son necesarios para la construcción de nuestra propia identidad.
La construcción de la persona se hace en relación y en comunicación con los demás. La educación personalizada hace de la solidaridad un fin educativo para que nuestros hijos e hijas puedan trabajar por superar los sentimientos individualistas y egoístas.
Ahora estamos configurando una nueva sociedad para la cual necesitamos educar la solidaridad y el impulso ético.
La familia es uno de los agentes que más influye en el concepto de solidaridad de nuestros hijos. El ejemplo de las familias instaura un estilo y un ambiente en el que tiene sentido la renuncia personal en bien de la ayuda a los demás. Y ahora necesitamos afianzar ese estilo familiar para que cada uno de los miembros actué con responsabilidad.
Se está hablando de la vuelta a las aulas después, estudiando las medidas que se deben adoptar para reducir al mínimo el contagio entre los estudiantes y docentes.
Será un momento donde nuestros hijos pondrán poner en práctica lo que hayan vivido en el ambiente familiar.
Vivirán situaciones muy variadas en las que podrán diferenciarse del resto. No será tarea fácil porque tendrán que estar muy pendientes de cambiar unos hábitos que hasta ese momento no los habían tenido, pero será muy gratificante adquirirlos.
Pautas para obtener un liderazgo positivo:
- Conocerse: que importante es ayudar a nuestros hijos a que se conozcan para que se acepten y se quieran. Les ayudará a creer en su propia valía personal. Se atreverán a ser diferentes y a aportar su impronta personal.
- Abrirse a la realidad: dejar el mundo mejor que lo hemos encontrado.
- Trabajar el concepto de amistad: debe haber un esfuerzo personal para ser mejor en la relación con los demás.
- Autocontrol: llevar a cabo un autodominio físico, afectivo, intelectual y de la propia vida. Cada uno debe ser dueño de uno mismo.
- Relación positiva: sumar siempre, no restar nunca.
