No comer con las manos, usar correctamente los cubiertos, no levantarse antes de haber terminado o comer con la boca cerrada son algunas de las normas básicas que debemos inculcar a nuestros hijos e hijas en la mesa. Empieza a ponerlas en prácticas en estas fechas tan señaladas.
El comportamiento en la mesa dice mucho de la educación
A partir de los 2 años, más o menos, todos los niños empiezan a comer en la mesa con los demás adultos. Es en este momento cuando debemos empezar a introducir las normas básicas de comportamiento al comer, con paciencia y calma, pero sin dejar al pequeño traspasar ciertos límites, sobre todo cuando estemos comiendo en un restaurante o con desconocidos.
¿Qué normas enseñarle?
Hay muchas normas a la hora de comer en la mesa, pero no hace falta que se las enseñas todas a la vez ni pretendas que tu hijo de 2 años coma como si estuviera en presencia de los reyes… Es suficiente con que le inculques gradualmente las principales normas:
- Permanecer bien sentado a la mesa y no levantarse en ningún momento hasta que se haya terminado de comer.
- No gritar.
- Comer con cubiertos y no con las manos (a no ser que sea algo que se suela agarrar con las manos).
- Comer con la boca cerrada y no enseñar la comida.
- No empezar a comer antes de que se haya sentado todo el mundo.
- Jugar con la comida o la bebida.
- Balancearse con la silla ya que puede ser peligroso.
Esto es lo básico que todos los niños deben tener en cuenta, aunque deberás ir introduciendo cada norma gradualmente y de acuerdo a la edad del pequeño.
Consejos para aprender buenos modales
- Explícale qué se debe hacer y qué no de manera sencilla para que lo pueda entender.
- Actúa conforme lo dicho, los niños aprenden por imitación.
- Practica en un contexto, por ejemplo, jugando a que estáis en un restaurante con sus muñecos.
- Empieza por una sola norma y repítela a menudo. Cuando la tenga interiorizada, pasa a la siguiente.
- Si no obedece, impón al momento una consecuencia (por ejemplo, nada de dibujos después de comer).
- Elógiale cada vez que coma correctamente y cumpla las normas para reforzar sus actitudes positivas.
Lo importante es crear una serie de hábitos que el niño irá interiorizando poco a poco, acostumbrándose así a los buenos modales en la mesa.