¿Se te agotan las opciones cuando debes hacer planes que no pueden ser al aire libre? Actualmente existe una infinidad de juegos espectaculares y refrescantes para que pruebes y descubras en familia. Te ayudamos a explorar algunas posibilidades.
Una oportunidad para conectar sin pantallas
Desde hace muchas décadas que la buena costumbre -inclusiva y divertida- de compartir juegos de mesa con amigos y/o familia, forma parte del repertorio de opciones a tener en cuenta cuando queremos pasar un buen rato de recreación en grupo.
También se da un fenómeno intergeneracional particular: aquellos juegos de mesa que usábamos durante toda nuestra infancia como el Monopoly, el Uno o el Jenga continúan siendo opciones vigentes para nuestros propios hijos. Esto habla de la calidad e ingenio de quienes lo crearon hace tanto tiempo atrás.
Aún así, tenemos que aceptar una realidad: juegos como el Monopoly existen desde las primeras décadas del siglo XX y tienen más de 80 años circulando internacionalmente. Además, no siempre la temática de estas ofertas atrae a todo el mundo, con lo cual nos urge buscar algunas opciones menos populares o convencionales.
Opciones que valen la pena explorar
Felizmente, en las últimas décadas la creatividad para generar nuevas ideas va en aumento, por lo que vale la pena descubrir una nueva variedad de entretenimiento en familia. Aquí va una selección de solo algunas de estas alternativas:
- Deja Vu: empecemos por una reversión de un clásico como lo es el Memo test o “el juego de la memoria”. Las reglas son prácticamente las mismas con una diferencia: no solo debes recordar y “matchear” las imágenes que sean idénticas, sino que estas cartas tienen una forma particular. ¡Por esto es que las posibilidades de confundirnos y quedar descalificados aumentan dramáticamente!
- Hanabi: un tipo de juego de mesa que ha crecido en el ultimo tiempo. El objetivo es sencillo: armar el mejor espectáculo de pirotecnia con las cartas repartidas entre todos. El chiste del juego es que debemos sujetar nuestras cartas al revés, ya que todo se encuentra mezclado y debemos intercambiar cartas con los demás quienes se encuentran igualmente condicionados. Por esto, el trabajo en equipo será fundamental para recordar y comunicar bien las cartas que tenemos y que queremos recibir.
- Dixit: a partir de los 8 años se puede jugar a este maravilloso e ingenioso juego francés publicado en el 2008. Por turnos, cada jugador elige una carta de su propia pila con el fin de imaginar historias, palabras sueltas o incluso sonidos que funcionen a modo de pista para que los demás jugadores adivinen qué carta es la elegida. El juego tiene dos particularidades: a) Esta carta deberá ser adivinada y votada por todos entre una selección de cartas y b) las pistas y/o narraciones que sean demasiado obvias o difíciles no serán recompensadas y no podrán avanzar en el tablero hasta la recta final, por lo que se requiere de una alta creatividad para ganar.
- Las montañas de la Locura: basado en el célebre libro de H.P Lovecraft, nos encontramos con una excelente opción cooperativa para aquellos que les interese un juego más alocado o bizarro. El objetivo es escapar juntos de una montaña la cual se encuentra en la recta final del tablero. Para hacerlo, se deben cumplir ciertos requisitos que cada casillero solicita. Lo divertido se debe a que ningún jugador está libre de prendas o trampas, incluso si logramos el objetivo. A medida que avanzamos, eventualmente los jugadores deberán aceptar cartas con “niveles de locura” permanentes que irán en aumento, con condiciones muy divertidas por ser ridículas y desopilantes, tales como gritar durante todo el turno, hablar cantando o no poder parar de caminar.