El Síndrome de Asperger se caracteriza por una afectación en las áreas del lenguaje y la comunicación, y por la aparición de una gama de intereses muy restringidos, que limitan la actividad diaria de las personas que lo padecen.
El Síndrome de Asperger es un Trastorno Generalizado del Desarrollo que forma parte de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
El Síndrome de Asperger es un Trastorno Generalizado del Desarrollo difícil de diagnosticar muchas veces ya que las personas que lo presentan muestran un aspecto y una inteligencia normales, simplemente tienen problemas para relacionarse con los demás y algunas veces presentan comportamientos inadecuados, lo que puede hacer que parezcan “extraños”.
Es un trastorno poco habitual que afecta normalmente de 2 a 3 personas por cada 1.000 y que se manifiesta principalmente, como hemos dicho, en una serie de comportamientos repetitivos y poco inadecuados como:
- Falta de contacto visual con los demás.
- Conversaciones unilaterales.
- Interacciones sociales limitadas o inapropiadas.
- Lenguaje repetitivo.
- Preferencia a estar y jugar solo.
- Falta de percepción del lenguaje no verbal.
- Conductas obsesivas y tics.
- Problemas para identificar los sentimientos propios y ajenos.
- Reacciones emocionales desproporcionadas.
- Ingenuidad y credibilidad…
Por otra parte, estos niños suelen tener una gran memoria y gran capacidad para captar detalles que a los demás se les escapan, además de ser muy originales y destacar en ciertos ámbitos como las matemáticas o la informática. También suelen ser muy nobles y sinceros, por lo que suelen ganarse a la gente con la que consiguen establecer relación.
El problema es que como este síndrome puede confundirse con otros problemas de conducta como déficit de atención e hiperactividad o timidez, a veces no se diagnostica hasta la adolescencia e incluso se cree que hay muchos casos sin diagnosticar, lo que dificulta la vida de las personas que los sufren ya que no reciben el apoyo necesario para desarrollarse en todos los ámbitos de su vida.
Y es que aunque actualmente no existe un tratamiento para este síndrome ya que no es una enfermedad como tal, sí hay terapias y técnicas que pueden ayudar a mejorar las interacciones sociales y el autocontrol de las emociones y comportamientos. Por ejemplo, a los niños se les enseña a desarrollar sus habilidades sociales, comunicativas y de adaptación usando actividades estructuradas en las que el instructor repite las ideas más importantes para reforzar los comportamientos adecuados en cada tipo de interacción o situación social.
El apoyo y la ayuda de la familia es fundamental para que estos niños puedan tener una vida lo más plena y satisfactoria posible, sin que su trastorno afecte a ninguna parcela de su vida (escuela, trabajo, amigos, pareja…). Necesitan un “manual de instrucciones”, y es lo que se les enseña en la terapia de Habilidades Sociales: el lenguaje de gestos, cómo iniciar una conversación, manejo de frases hechas, adivinar las emociones y las intenciones de los demás, etc. Y, una vez que crecen, necesitan ayuda para planificar y ejecutar tareas, aprender a controlar los intereses que les absorben de otras actividades importantes, etc.
Hay que tener más paciencia con ellos ya que pueden aparecer más a menudo berrinches si le obligas a dejar de hacer lo que quiere para hacer algo que debe. Por eso, es necesario fijar unos horarios y rutinas y mantenerlos ya que los cambios no les sientan bien y pueden angustiarse si no saben lo que viene después.
También hay que estar atentos por si sufren problemas de acoso en clase ya que pueden ser rechazados o incluso humillados por los demás debido a sus comportamientos excéntricos.
Una intervención temprana en todos los ámbitos (terapéutico y educativo) es fundamental para que el niño aprenda las habilidades sociales para manejarse y no se vea limitado. Cada etapa del crecimiento supone un reto nuevo y aprender estrategias nuevas, tanto los padres como el niño, pero con apoyo de otras familias y asociaciones, el niño afectado con este trastorno puede tener una vida plena y feliz.