El panorama actual no es muy alentador. En eso coincidimos todos. Pero los expertos nos invitan a no dejarnos llevar por la apatía y a trabajar la paciencia «con paciencia». Una herramienta que nos ayudará a afrontar los retos con optimismo.
Como adultos, tenemos que asumir el rol de control en nuestros hogares
Nuestros hijos e hijas aprenden por imitación y muy poco por indicaciones. Decirles: “Apaga el celular” mientras nosotros estamos navegando por la red, no es una buena estrategia.
Por eso tenemos que ser conscientes de nuestras acciones a la hora de educar a nuestros hijos. A lo largo del día nuestra paciencia se va agotando tanto en el trabajo como en las relaciones con los demás… Y al llegar a casa nuestras reservas son mínimas.
Nuestros hijos son, en muchos casos, quienes pagan las consecuencias de ese cansancio. Les pedimos más de lo que pueden hacer, no les escuchamos con la suficiente atención y se nota tensión en el ambiente.
Educar tiene dos grandes ventajas:
- Nos ayuda a mejorar como padres y madres.
- Nos ayuda a conocer mejor a nuestros hijos.
Las Familias somos los primeros que debemos practicar la paciencia para podérselo transmitir a nuestros hijos.
Y en este artículo, os invitamos a pensar cuánto de pacientes sois en vuestros hogares. Además de la cantidad es fundamental “la calidad” de nuestra paciencia.
Hay tres preguntas básicas que debemos de formularnos:
- ¿Cómo cuidamos nuestra alimentación?
- ¿Qué ejercicio realizamos?
- ¿Cómo dormimos?
La alimentación, el ejercicio y el sueño forman parte de la dimensión física de la persona, “motor del cuerpo”. Si cuidamos este motor, cuidamos nuestra paciencia. De esta forma llevaremos el depósito adecuado para el momento de emplearlo en educar. Si tú no llevas las riendas de tú vida, esta te llevará a ti.
Una vez realizado el análisis, el siguiente paso es establecer un plan de trabajo. Nuestra paciencia mejorará y nos encontraremos mejor. Disfrutaremos del crecimiento de nuestros hijos con mayor alegría.
La paciencia tiene que estar presente en nuestro día a día, sobre todo en estos tiempos difíciles. La buena noticia es que se puede trabajar y conseguir. Los resultados se verán enseguida. Te animamos a que la pongas en práctica.