Abuelos y abuelas, fundamentales para las familias

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Los primeros educadores somos los padre, pero actualmente, los abuelos, e incluso los tíos, están jugando un papel muy importante en la vida de nuestros hijos e hijas para nuestra conciliación, aunque no podemos cargarles “el peso de la educación”.

La relación con los abuelos influye en la autoestima de nuestros hijos

Los abuelos son mucho más que las personas unidas por lazos de sangre. Pero cuando se están haciendo cargo de nuestros hijos, mientras nosotros estamos trabajando no podemos echar sobre ellos el peso de la tarea de educarlos.

Sin embargo, tienen una misión importante en el desarrollo personal de los nietos: hacen crecer y fortalecer los vínculos con sus descendientes, actuando como puente y generando nuevos ámbitos para la convivencia familiar.

La familia nuclear

Su función es hacer renacer la unión entre las generaciones, la familia extensa y, en la misma generación, la familia nuclear.

Existe una fuerte solidaridad entre las generaciones distantes, tal vez mayor que entre las cercanas. Pero como en todo puede haber excepciones, debidas en parte a la común necesidad de ayuda de abuelos y nietos, a su menor autonomía respecto a los adultos.

El buen entendimiento entre abuelos y nietos es capital para los segundos, porque aumenta su conocimiento propio y su autoestima.

Les facilita comprender cómo se suceden las generaciones y les ayuda a descubrir su propio origen. Son las personas que pueden enseñar muchas cosas a los nietos, sin dureza.

Para esa edad madura, ya han desarrollado la virtud de querer y dar sin esperar a recibir nada a cambio.

Es formativo para los nietos convivir con personas mayores, a los que respetar, ayudar en sus limitaciones y tratar con cariño y agradecimiento, especialmente en la actual sociedad individualista en la que se desprecia a menudo y se ve como una carga la ancianidad.

La experiencia de los abuelos

Los abuelos tienen experiencia, que complementa muy bien la fuerza de los nietos. Son más comprensivos y pacientes que los padres. Saben escuchar y contar historias, que muchos niños recordarán incluso al llegar a la edad adulta. 

Por ejemplo, la figura del “cuentacuentos” a menudo está representada por los abuelos porque saben interpretar todos los personajes que figuran en las historias que más gustan a los niños.

Para los abuelos es muy fácil describir a esos personajes y transportar a los nietos a lugares en los que nunca han estado, a situaciones que nunca han vivido y a convertirse en personajes que solamente su imaginación puede percibir si está bien alimentada con gestos, palabras e imágenes.

También los abuelos se benefician de sus relaciones con sus nietos. Les rejuvenecen, les hacen sentirse útiles y ven en ellos los frutos de su amor y del trabajo de toda una vida.

Todas estas razones hacen que el papel de los abuelos en los nietos sea enriquecedor para ambas partes, sin ser los que tienen la responsabilidad educativa.

Estar con los abuelos desde pequeños también les va a dar la oportunidad de poder ayudarles. Desde hacer la compra o cocinar, a ir a pasear, visitar algún monumento, etc.

Así será más fácil que puedan entender que ellos también pueden aportar en el ámbito familiar extenso.

Cuando los abuelos están cuidando a los nietos no necesitan que les ayuden, pero con el tiempo cuando lo necesiten tendrán una actitud de estar con los abuelos no sólo para que les cuenten sus historias o les hagan las cosas a ellos, sino para ayudarles y cuidarles.

Será un aprendizaje que han adquirido desde su infancia.

Los tíos también son fundamentales

Los tíos también tienen un papel fundamental, pero nada fácil cuando ayudan en la conciliación a los padres.

Por un lado, no cuentan con la autoridad que tienen los padres, pero pueden terminar convirtiéndose en “los amigos” de sus sobrinos.

Pero no deja de ser una figura en la que nos podemos apoyar.

Son responsables ante sus sobrinos, pero a la vez pueden ser un poco más flexibles que los padres. Esto ayuda a abrir un canal de comunicación entre tíos y sobrinos en el que se pueden convertir en sus personas de confianza.

De tal manera que pueden ser un apoyo en la educación de nuestros hijos, siempre respetando las directrices de los padres y sin pasar los límites establecidos por nosotros.

Patricia Cigaran

Experta en Educación / España

Experta en Educación Familiar con más de 20 años de experiencia en la dirección de colegios infantiles.