Los abuelos juegan un papel muy importante en la vida de nuestros hijos. Nos ayudan mucho, pero en ocasiones les otorgamos más responsabilidad de la que realmente tienen. Los primeros educadores somos los padres y no podemos exigirles más de lo necesario.
Ser abuelo implica mucho más que los lazos de sangre y de ADN:
- Tienen una misión importante en el desarrollo personal de los nietos.
- Hacen crecer y fortalecer los vínculos con sus descendientes, actuando como puente y generando nuevos ámbitos para la convivencia familiar.
- El buen entendimiento entre abuelos y nietos es capital para los segundos: aumenta su conocimiento propio y su autoestima. Les ayuda a comprender cómo se suceden las generaciones y a descubrir su propio origen.
- Enseñan muchas cosas a sus nietos. Han desarrollado la virtud de querer y dar sin esperar a recibir nada a cambio.
- Es beneficioso para los nietos convivir con personas mayores, a los que respetar, ayudar en sus limitaciones y tratar con cariño y agradecimiento. Especialmente en la sociedad actual, que es demasiado individualista y tiende a ver como una carga la ancianidad, la enfermedad, etc…
- Los abuelos son más comprensivos y pacientes que los padres. Saben escuchar y contar historias que muchos niños recordaran siempre. La figura del “cuenta cuentos” a menudo está representada por los abuelos. Procuran realizar una buena interpretación de los personajes, los describen fácilmente y tienen la capacidad de transportar a sus nietos a lugares que nunca han estado y a situaciones que no han vivido.
- También los abuelos se benefician de sus relaciones con sus nietos, les rejuvenecen, les hacen sentirse útiles y ven los frutos de su amor y de su trabajo de toda una vida.
Todas estas razones hacen que el papel de los abuelos sea enriquecedor para ambas partes, sin olvidar que ellos no son los responsables de su educación.
La relación entre abuelos y nietos perdurará toda la vida. Al principio son ellos los que dan aporte a sus nietos, pero cuando éstos sean mayores, se encargarán de cuidarles y mimarles como ellos hicieron cuando eran pequeños.