Reinventarnos: tips para descubrir nuevas habilidades

Reconociendo nuestras habilidades y dones

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A veces nos enfocamos en las cosas que “no nos salen” y nos negamos a la posibilidad de descubrir nuevas habilidades. Te ofrecemos una serie de tips que te pueden ayudar a reconocer talentos y dones que te pueden ayudar a reinventarte.

Desprendiéndonos de etiquetas

Muchas veces pronunciamos frases como “no soy bueno en esto”, “me gustaría ser bueno en aquello”, como poniéndonos etiquetas que pre-definen las cosas en las que pudiéramos ser hábiles, incluso sin siquiera haberlas probado.

Descubrir nuestras habilidades y dones es un proceso personal que puede requerir tiempo y autoexploración.

No todo el mundo se anima a dar ese salto, a descubrir nuevas áreas de habilidad en nuestras vidas. Muchas veces nos gana el cansancio, el conformismo, o la comodidad que otorgan las habilidades que ya poseemos. Así que, te compartimos algunos pasos que podemos seguir para reconocer nuestras habilidades y dones -solo para valientes-:

1. Evaluación:

Reflexionar sobre nuestros intereses, pasiones y lo que disfrutamos, lo que nos da alegría hacer, aquello que nos hace sentir realizados personalmente, e incluso se puede ir un paso más… Lo que nos molesta, indigna o enoja. Identificar lo que nos apasiona es un excelente primer paso. Luego de realizar un proceso introspectivo, se puede extender la “evaluación” hacia afuera, pidiendo a personas que nos conozcan, una retroalimentación sobre lo que ellos reconocen en nosotros como fortalezas. Muchas veces otros pueden ver cualidades en nosotros que nosotros mismos ignoramos.

2. Pasado relevante:

Siguiendo en la línea con la reflexión, otra cosa en la que sirve pensar es en los logros pasados. Que hemos logrado en el tiempo, como nos sentimos con esos logros, como nos hemos desarrollado en situaciones pasadas inesperadas o no: los éxitos anteriores pueden servir de pista para revelar nuestras habilidades. A su vez, en ese viaje al pasado, quizás podamos reconocer patrones en nuestros intereses o actividades. Identificar repeticiones o subtextos reiterados en nuestra línea de tiempo puede acercarnos un poco más a nuestros talentos.

3. Nuevas experiencias:

Un paso no tan querido por la mayoría de la gente, pero muy necesario para avanzar en este reconocimiento de terreno. Probar cosas nuevas, salir de la zona de confort, animarse a algo desconocido, experimentar nuevos roles, no siempre es fácil. Pero la realidad es que explorar actividades y pasatiempos nuevos es una gran puerta de entrada para encontrar habilidades.

Quizás, en ese camino, descubramos nuevas áreas que nunca pensamos que nos iban a interesar o en las que podíamos ser buenos. De última, en el peor de los casos, nos sirve para descartar algo de la lista. ¿Lo peor que puede pasar? Darnos de baja y adentrarnos en nuevos conocimientos sobre nosotros mismos. Aun podemos estar buscando donde “si” es, pero por lo menos sabemos donde no meternos.

4. Ayuda profesional:

De sentirnos cómodos, podemos realizar pruebas de personalidad o tests formales para que nos ayuden a identificar nuestras fortalezas. Por supuesto, nos referimos a acercarnos a personas, dispositivos o instituciones profesionales, que provean información relevante sobre el tema. Poder acercarnos al Coaching o a la ayuda y consejería vocacional puede ayudarnos a calibrar la brújula para continuar la búsqueda con un poco más de orientación.

Puede que este proceso nos resulte engorroso, pero si estamos dispuestos a encararlo (por la razón que sea), puede resultar muy fructífero para nuestra vida. Podemos encontrar desde una nueva profesión hasta la realización de una pasión, y ocupe el lugar que ocupe, seguramente se trate de una actividad o habilidad que realce nuestro bienestar, desarrollo personal y calidad de vida, ayudándonos a su vez a contribuir de manera positiva al mundo que nos rodea.

Heliana Moriya

Docente de música de niveles inicial, primario y secundario

Psicopedagogía