La pubertad es una etapa del desarrollo humano en la que se producen una serie de cambios físicos y psicológicos que debemos de ayudarles a gestionar. Es la primera fase de la adolescencia y el paso de la infancia a la edad adulta, por lo que sucede entre los 10 y los 15 años.
La llegada de la pubertad marca el comienzo de estos cambios
En esta etapa, por lo tanto, a las chicas y chicos les empieza a salir vello en distintas partes del cuerpo, y se empiezan a producir importantes cambios físicos. A las chicas les crecen los pechos, se les redondean las caderas y les llega la primera menstruación; mientras que a los chicos se les ensancha la espalda y les cambia la voz.
Todas estas modificaciones hacen que, entre otras cosas, las chicas, y cada vez con mayor frecuencia también los chicos, quieran empezar a depilarse, ya que el vello de todo el cuerpo se vuelve más abundante, incluida la zona superior del labio y las piernas. Ni depilarse ni afeitarse es algo necesario, sino que responde más bien a los dictados de la moda y la sociedad, pero lo normal es que cuando notes que a tu hija o a tu hijo se le oscurece la zona superior del labio le indiques que ha llegado la hora de depilarse o afeitarse.
Este momento puede llegar antes o después en cada chico o chica ya que no todos tienen el mismo desarrollo y a unos puede salirles el vello con 10 años y otros no tener nada de pelo hasta los 15. Como la imagen corporal es muy importante a esta edad y los amigos tienen una gran influencia en la vida de los adolescentes, es conveniente que estés pendiente de cuándo ha llegado ese momento para tu hijo o hija.
Para los chicos es más sencillo en cuanto a que una cuchilla es suficiente para rasurarse el vello del rostro. Cómprale una adecuada e indícale cómo quitarse el vello sin hacerse daño.
Las chicas, en cambio, tienen muchas más zonas que depilarse y más opciones: cera fría y caliente, cuchilla, crema, maquinas eléctricas, láser… Esto último no es conveniente tan pronto ya que es mejor esperar a que acabe la adolescencia, los cambios hormonales y crezca todo el vello.
En cuanto a los cambios de higiene, cuando los niños son pequeños, las glándulas apocrinas (las que se encuentran en las axilas y la ingle) no producen sudor. Pero con los cambios hormonales de la adolescencia estas glándulas entran en funcionamiento y las bacterias que están en la piel de la zona empiezan a descomponer el sudor, momento en el que pueden aparecer los malos olores y, por lo tanto, se recomienda empezar a usar desodorante.
Los más adecuados son con pH neutro e hipoalergénico. Es importante que se lave bien antes de ponérselo y que se cambie de ropa a menudo.