Nunca es tarde para adoptar nuevos hábitos de vida que pueden resguardarnos de potenciales problemas cardiovasculares: Nunca es tarde para empezar a cuidar el corazón.
Existe un Día Mundial del Corazón, claro que sí, y se celebra el 29 de septiembre de cada año. Como muchos otros, este día está dedicado a concientizar a las personas sobre la importancia de la salud cardiovascular y promover hábitos saludables para prevenir enfermedades del corazón. La iniciativa, liderada por la Federación Mundial del Corazón, busca educar sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable para contribuir a una buena salud cardiovascular, al bienestar del corazón y del sistema circulatorio.
Algunas recomendaciones clave que los profesionales de salud nos indican para cuidar el corazón, son:
Dieta saludable:
Consumir frutas y verduras variadas, granos enteros (como avena, arroz integral y pan integral), proteínas magras (carnes magras, pescado y fuentes de proteínas vegetales como legumbres y tofu) y grasas saludables (aceite de oliva, aguacates y frutos secos) puede contribuir grandemente a la salud cardiovascular en el tiempo. A su vez, la reducción del consumo de grasas saturadas y trans. colabora también a la causa, ya que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.
Ejercicio regular:
Realizar al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa cada semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta, junto con ejercicios de fuerza dos veces a la semana, es ideal para mejorar la salud general y apoyar el sistema cardiovascular.
No a fumar y tomar:
El tabaco daña las arterias y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, y es considerado por muchos cardiólogos como una de las causantes principales de infartos y demás problemas cardiovasculares. A la vez, el consumo de alcohol debe darse en moderación para cuidar el corazón. A grandes rasgos, esto significa hasta una bebida al día para las mujeres y hasta dos bebidas al día para los hombres, aproximadamente.
Controles médicos:
Chequear regularmente la presión arterial y seguir las recomendaciones de tu médico para mantenerla en niveles saludables resulta clave. Asimismo, controlar nuestros niveles de colesterol y seguir una dieta baja en colesterol para mantenerlos en un rango saludable es necesario. Realicemos chequeos médicos regulares para detectar y tratar posibles problemas de salud antes de que se conviertan en serios.
Manejo del estrés:
Practicar técnicas de manejo del estrés como la meditación, el mindfulness, el yoga o la respiración profunda para reducir el impacto del estrés en tu salud cardiovascular puede ser un plus muy beneficioso. No podemos controlar qué hace nuestro corazón pero si tenemos cierto control sobre lo que “hacen” nuestros pulmones, y esto puede colaborar grandemente al bienestar de nuestro cerebro y nuestras emociones, y por lo tanto a nuestra salud general.
Buen sueño:
Asegurémonos noches de sueño de entre 7 y 9 horas por noche. Parece inconexo, pero la falta de sueño puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Esto es porque el ciclo del sueño y el ritmo circadiano disminuyen la tensión arterial mientras dormimos, por lo tanto menos horas de sueño contribuyen al aumento de la misma.
Parece algo de lo que tenemos que empezar a hablar cuando estamos entrados en años, pero la realidad es que implementar estos hábitos en tu vida cotidiana lo antes posible puede ayudarnos a mantener nuestro corazón saludable y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en el presente y a futuro. Se trata de pequeños grandes pasos hacia una vida más saludable y plena. Cuidamos el corazón.