383

Medicamentos, que lo decida el pediatra

Siempre tenemos que pensar en las consecuencias negativas puede acarrear una mala praxis

Puntuar artículo

A pesar de que desde hace años se viene alertando de la necesidad de no medicar innecesariamente a los niños, y que es cierto que el consumo de antibióticos, por ejemplo, ha bajado, cada vez son más los profesionales de la medicina que nos advierten den una excesiva medicación para síntomas menores.

Los médicos afirman que sí abusamos de los medicamentos, sobre todo en procesos leves

En cuanto notamos que nuestros hijos tienen un poco de fiebre, mocos o tos, solemos darles un paracetamol, jarabe y, en algunos casos, incluso antibiótico “para que no se complique”. Y lo más grave es que esta decisión se suele tomar sin consultar primero al pediatra. Es importante saber que, en lugar de estar ayudando a nuestro hijo, podemos estar incurriendo en una negligencia con riesgo para su salud.

Los antibióticos solo sirven para tratar las enfermedades infecciosas causadas por bacterias, pero no son efectivos contra los virus, y en torno al 80% de las enfermedades infantiles son víricas, por lo que no solo no sirve de nada darle un antibiótico sino que, además, estamos provocando que las bacterias se vuelvan resistentes a ciertos antibióticos, por lo que cada vez serán menos efectivos y hará falta recurrir a fármacos más fuertes, y por lo tanto, con más efectos secundarios adversos.

Así que lo primero es saber que nunca debemos dar antibióticos a nuestro hijo si no lo ha recetado el pediatra, ni pensar que hace falta dárselo si tiene mucha fiebre, por ejemplo, recuerda que si es un proceso vírico no sirve de nada y puede ser peor para tu hijo.

No obstante, es cierto que las campañas de concienciación de los últimos años han calado en muchos padres y cada vez son más los que saben que no deben dar antibiótico a su hijo, pero todavía medicamos en exceso a los niños para síntomas leves que pueden no requerir fármacos, como fiebre o tos.

Casi el 70% de los fármacos usados en la infancia son para procesos banales y autolimitados en los que no está claro el beneficio. El mayor problema es el uso del paracetamol o el antiinflamatorio para tratar la fiebre. Es importante entender que la fiebre es una respuesta adaptativa y beneficiosa que tiene como finalidad acortar el tiempo que dura una infección, por lo que no siempre es mala y no siempre hay que cortarla.

Si tu hijo no tiene fiebre muy alta y se le ve feliz y alegre, debes esperar a ver cómo evoluciona antes de darle algo. Si sigue subiendo, puedes probar con remedios naturales como darle un baño de agua tibia, quitarle algo de ropa, mojarle la nuca y la frente… Si nada funciona y la fiebre sigue subiendo o el niño está molesto, entonces sí debes darle un paracetamol. Es más importante valorar el estado general del niño antes de darle algo que el valor de la temperatura en sí.

Y, aunque no hay que llevar al niño al médico cada vez que tenga un poco de mocos o fiebre, si te preocupa algo es mejor que consultes al pediatra antes de medicarle por tu cuenta.