Explorando el cerebro: la atención

Tipos de atención y factores que determinan nuestro interés

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En las últimas décadas, la capacidad de nuestra atención ha cobrado nuevamente relevancia. El uso casi dependiente de los smartphones y computadoras ha generado diversos cambios en cuanto a los niveles de concentración que hoy podemos dedicar a las actividades del día a día.

El cerebro prioriza estímulos por encima de otros

Y aunque la discusión es larga y amplia, hoy podemos aprender algo más elemental: ¿Qué es la atención? ¿Cómo es que se acciona la atención en nuestro cerebro? ¿Cómo es que nuestro cerebro selecciona los objetos o personas que nos interesan?

Entendiendo la atención

Como en toda discusión científica, hay muchas definiciones. Pero, a grandes rasgos, la atención puede entenderse:

  • Selectivamente. El cerebro prioriza estímulos por encima de otros. Por ejemplo: durante un espectáculo en un estadio con mucho ruido, priorizamos concentrarnos en lo que nos cuenta nuestro amigo.
  • Distributivamente. Atendemos varios estímulos en simultáneo. Ejemplo: mientras cocinamos, hablamos por teléfono y jugamos con nuestra familia haciendo caras divertidas.
  • Sostenidamente. Conservamos la atención durante periodos bastante amplios. Ejemplo: cuando miramos una película de más de dos horas o cuando leemos un libro.

Tipos de atención

Dentro de esta definición general… ¿Sabías que hay muchos tipos? Destacamos a continuación las más importantes y utilizadas:

Externa/interna

No solo podemos concentrarnos en objetos o estímulos que provienen del exterior, como ver un pájaro o escuchar una sirena. También contamos con la capacidad de poner el foco internamente, es decir, en nuestras emociones, recuerdos, conocimientos o sensaciones.

Global/selectiva

Cuando ponemos nuestra mirada en una mesa, por ejemplo, realizamos inconscientemente dos procesos distintos sobre el mismo objeto. Por un lado, captamos aspectos generales y globales de la mesa, como la forma, dimensión y cantidad de patas. En simultáneo, prestamos atención específica a los detalles como el tipo de color, el acabado o el diseño.

Selectiva/dividida

Quizá la más comentada en estos tiempos tecnológicos por la aparición del famoso “multitasking”. Como habíamos mencionado previamente, podemos priorizar un objeto o persona por encima de otros (selectiva) o bien distribuir la atención sobre múltiples objetos (dividida). En este último punto, cabe aclarar que la atención no puede multiplicarse, sino “repartirse” en base a lo que ya tiene.

Voluntaria/involuntaria

Última pero no por eso menos importante, podemos poner el foco sobre determinada persona por decisión propia, y, por lo tanto, amerita un esfuerzo atencional, voluntario. Por otro lado, si en este preciso instante escuchamos un disparo en la calle, le prestaremos atención automáticamente, aunque no queramos, por lo que no requiere un esfuerzo de nuestra parte. Llamamos a este proceso atención involuntaria.

¿Qué factores determinan una mayor o menor atención sobre los objetos o estímulos generales?

  • Color: Un frasco oscuro o blanco nos resultará menos llamativo que uno verde o amarillo.
  • Tamaño: Un perro gran danés será más llamativo que un perro salchicha.
  • Movimiento: Si observamos el cielo, posiblemente prestemos más atención a un avión que a las nubes, ya que estas últimas se mueven más lentamente.
  • Intensidad: Una luz brillante o un grito definitivamente ocupan todo nuestro foco atencional por encima de una luz tenue o un susurro.

Joaquín Sombielle

Licenciado en Psicología

Docente de piano y lenguaje musical