En la eterna búsqueda de encontrar buenos pasatiempos para nuestra familia en el hogar, a veces pasamos por alto opciones que se encuentran muy al alcance de nuestra mano y que estuvieron todo el tiempo ahí. Una de ellas es sin duda la jardinería.
Y aunque tal vez no sea esta una actividad al aire libre para cualquiera, lo cierto es que si tenemos en cuenta sus muchos beneficios a nivel aprendizaje y vincular, no podemos dejar de al menos considerarlo.
Ventajas de la jardinería para la infancia
Recorramos algunas de las principales ventajas al introducir el arte del jardín en la vida infantil.
Matemática y ciencia llevadas a la práctica
El ejercicio de medir, identificar, contar o razonar el espacio que requieren las plantas en nuestra huerta permiten ejercitar conceptos centrales de la matemática. Del mismo modo, el presenciar el ciclo de vida de cada planta sumado a su cuidado con fines ambientales tiene una relación directa con numerosos principios científicos.
Fomenta la independencia
Siendo que es un espacio que no cuenta con demasiados riesgos que puedan afectar a nuestros hijos, el jardín es una gran oportunidad para que estos puedan ejercitar su independencia. Es más, también será un espacio clave para transmitirles nuestra plena confianza para hacerlo, lo cual facilitará aún más el proceso.
Los sentidos se ponen a prueba
Casi todos los sentidos brillan por su protagonismo en el jardín. Ya sea distinguiendo los colores de verduras o frutas, oliéndolas, o distinguiendo texturas con las manos al tocarlas y comerlas.
Mejora la inteligencia motora
El uso de manos y ojos son sin duda fundamentales para el trabajo de la tierra. Ya sea al regar, plantar o cavar, estas habilidades se desarrollarán de forma natural y progresiva.
Compartir en familia
Incluso si ninguno de los puntos previos llegara a desarrollarse, el jardín es una excelente actividad para expandir y profundizar nuestro vínculo como familia. Es un espacio donde muy probablemente surgirán preguntas, dudas, anécdotas, risas y mucho amor.
Ideas para animarte a practicar la jardinería
Bien, ya tenemos en claro solo algunas de las ventajas de acercar la jardinería a la familia. Pero tal vez no sabemos con qué actividades empezar, por miedo a aburrir rápidamente a nuestros hijos, y más aún en tiempos donde prima la inmediatez y la impaciencia.
Por eso, a lo mejor este puñado de ideas puede servir como guía para darnos ese empujón necesario y animarnos:
Entrarles por los ojos
Es normal empezar por plantas brillantes y de colores llamativos, que convoquen a un niño. Por eso, quizá lo ideal es comenzar con flores silvestres como margaritas, amapolas, lavanda o romero que ofrecen un repertorio de colores natural muy interesante.
Asignarles la tarea de recoger fruta y/o verduras
Esta es una de las favoritas por los peques, ya que les encanta recolectar el resultado de su propio trabajo, y más aún si luego participan de la cocina con los mismos.
Construir un comedero para pájaros
Es común que los chicos se entusiasmen con los animales, y más si tienen la posibilidad de cuidarlos con alimento. Por eso, con solo unas pocas botellas de plástico y taladrar algunos agujeros para colocar comida, ayudaremos a conectar a nuestros hijos tanto con la flora como con la fauna.