Ser saludable en la actualidad implica mucho más que simplemente la ausencia de enfermedad. En un mundo en constante cambio, y con estilos de vida cada vez más ocupados y estresantes, conversar sobre cómo llevar la salud en el día a día no es un tema menor. Mantenerse saludable no solo se trata solo de cuidar el cuerpo físico, sino también de atender el bienestar mental y emocional.
Se trata de la atención a la calidad de vida desde una mirada integral
Mente sana en cuerpo sano
Por supuesto que la parte física es parte de esa visión holística de la salud. Cuidar el cuerpo físico implica una alimentación equilibrada que proporcione los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del organismo, una dieta variada y rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, buena hidratación a lo largo del día y ejercicio físico regular.
Uno de los problemas crecientes en la sociedad actual es el sedentarismo debido al uso de pantallas, el home office, las reuniones laborales virtuales y el tiempo que pasamos en conexión a dispositivos digitales que nos mantienen estáticos. Es por esto que luchar contra el sedentarismo es parte del desafío actual cuando hablamos de ser saludables hoy. Esto no significa que tengamos que practicar un deporte en específico o que no disfrutamos. Con incluir cierta rutina básica de movimiento en nuestra semana , estamos ayudando a nuestro cuerpo a mantener el peso adecuado, fortalecer los músculos y los huesos, mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Desconectar para reconectar
Otro problema creciente en la sociedad actual tiene que ver con el aumento en los problemas referentes a la higiene del sueño. Una vez más, la estimulación provocada por el uso excesivo de pantallas y el mismo sedentarismo contribuyen negativamente en el sueño, que también es impactado por el incremento exponencial del estrés, ansiedad y depresión en la sociedad actual. El buen descanso permite la recuperación y regeneración del cuerpo, mejora el sistema inmunológico, ayuda a mantener una buena salud mental y emocional, y mejora el rendimiento cognitivo y físico en general. Por supuesto, las necesidades de sueño pueden variar según la edad, el estilo de vida y las circunstancias individuales de cada persona.
Salud mental y emocional
Una de las formas de salud que más demanda a la sociedad actual es, y probablemente ya lo habías sospechado, la salud mental y emocional. Esto no quiere decir que esto no era una necesidad a atender en tiempos pasados, por así decirlo. Pero la realidad es que se han registrado serios aumentos referentes al estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales que pueden tener un impacto significativo en la salud en general. Es por esto que resulta importante cuidar la salud mental y emocional a través de estrategias como la gestión del estrés, la búsqueda de apoyo social, la práctica de técnicas de relajación y la búsqueda de ayuda profesional de ser necesario.
Un equilibrio ¿fácil de conseguir?
La realidad es que el estilo de vida tan movido que tendemos a tener hoy en día, representa un desafío para la salud general, por lo cual ser saludable hoy implica tener que equilibrar diferentes aspectos de la vida, como el trabajo, el estudio, la familia, las relaciones personales y las actividades de ocio para mantener una buena calidad de vida. Solemos abarcar mucho, a veces incluso más de lo que realmente podemos apretar. Mantener un equilibrio saludable entre estos aspectos es algo que puede inclinar la balanza a la hora de prevenir la sobrecarga de estrés y mejorar la salud mental y emocional. Y, por lo tanto, mantenernos saludables de forma holística, hoy en día.