Aprovecha estas fiestas para trabajar la empatía

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La Navidad es un momento ideal para trabajar la empatía en los hijos… Es una habilidad que se aprende y, como padres, tenemos el deber de que nuestros hijos la entrenen de la mejor manera posible. No te lo pierdas.

Es una época estupenda para trabajar valores y emociones en los pequeños

La inteligencia emocional se aprende a lo largo de la vida y desde la infancia es fundamental que los niños vivan en un entorno seguro y lleno de amor para que así ocurra.

Es necesario recordar esto porque, como padres, somos unos pilares muy importantes para desarrollar la empatía en los niños. En época de Navidad, los sentimientos están a flor de piel en muchas ocasiones y es por eso que es el momento perfecto para trabajar estas emociones tan importantes.

En el caso de que un niño crezca en un ambiente cargado de conflictos, para sobrevivir a esas circunstancias no le quedará más remedio que convertirse en un niño impulsivo, con ansiedad e irritable.

Son conexiones que se realizan en el cerebro que, aunque en el futuro se puedan suavizar, en realidad no se borran nunca. Hasta los cuatro años los niños crecen dentro de la amnesia infantil.

A partir de esta edad se comienzan a crear recuerdos y pueden empezar a ser conscientes de ellos.

Antes de los 4 años, aunque no se tengan recuerdos conscientes, la personalidad de los niños se forma y se genera una identidad con recuerdos inconscientes, que son los que moldean la forma de ser de las personas.

Son cuatro años cruciales en la vida de los seres humanos y, por eso, requieren un ambiente seguro y afectivo donde poder desarrollarse. Esto es clave para poder trabjar la empatía en los niños.

La empatía en los niños

No se nace con empatía, es una habilidad que se aprende gracias a las enseñanzas que se obtienen en la vida.

Es necesario recordar que los niños, cuando son pequeños, piensan en ellos mismos y que todo gira a su alrededor, no saben hacerlo de otra forma porque necesitan el ego para desarrollarse correctamente.

Por eso, cuando los niños son pequeños es normal que se peleen por juguetes, que lo quieran todo para ellos o que tengan celos de otros niños o de miembros de su familia.

Para trabajar la empatía, primero hay que darles seguridad física y emocional, tratarles con respeto, respetar sus emociones y decisiones, saber guiarles en la vida desde el afecto y nunca desde los nervios, gritos o enfados. Para poder mantener esta relación estable con nuestros pequeños, debemos ser conscientes de nuestras propias emociones.

La empatía en Navidad

Sin entender nuestras emociones difícilmente podremos enseñar empatía a nuestros hijos. En una época tan importante socialmente como es Navidad, es posible que estemos más sensibles, ya sea porque estamos lejos de la familia, porque ya no están con nosotros algunos seres queridos o, simplemente, porque son fechas que nos hacen sentir algo más vulnerables.

De cualquier modo, es un buen momento para que, junto con el trabajo en comunicación y bienestar emocional que hacemos durante todo el año, se afiancen estos aprendizajes que, después, seguiremos trabajando todos los días del año venidero.

Es un buen momento para explicarles a los niños que hay personas que en Navidad se sienten más tristes, o más contentos, o incluso enfadados. Quizá no entiendan muy bien por qué una persona puede estar triste en Navidad cuando para ellos es la mejor época del año ya que van a tener regalos bajo el árbol.

Junto con su ego, en una época tan bonita para algunos y difícil para otros, es buen momento para trabajar esta empatía tan necesaria para su desarrollo y para el entendimiento humano.

Aprenderán a entenderse a sí mismos y, lo más importante, a los demás.

Cómo enseñar a los niños sobre empatía en Navidad

Lo primero que se debe tener presente es que los adultos somos el mejor ejemplo para los niños y es por esto que debéis hacer un trabajo interno como padres.

Quizá tienes poca empatía porque cuando eras niño creciste en un ambiente hostil en el que no te respetaban y se te negaba el consuelo, no te aceptaban o no te daban el cariño que tanto necesitabas.

En este sentido, si crees que tu niño interior está herido, ahora tienes el poder y la responsabilidad de sanarlo para no dañar a tus hijos a través de él.

Las emociones tienen nombre

Las emociones tienen nombre y en Navidad es una época excelente para que los niños aprendan a ponerles nombre.

Durante las vacaciones escolares hay más tiempo para reconocer las emociones en los niños, decirles qué tipo de emoción están sintiendo, por qué y qué pueden hacer para sentirse mejor.

Lo mismo podéis hacer valorando las emociones de los demás, por ejemplo de familiares cercanos o en películas navideñas que veáis juntos.

Oportunidades del día a día para validar emociones

Puedes aprovechar oportunidades diarias para llevar a cabo esto. Por ejemplo, si tiene un hermano y se han peleado por un juguete, puedes decirle algo del tipo: “Estás enfadado porque te has peleado con tu hermano, pero él se siente triste porque le has quitado un juguete. ¿Qué podéis hacer para sentiros mejor los dos?”.

De esta manera, el niño podrá ver que te has dado cuenta y has validado su emoción y comportamiento, se sentirá reconocido y, al mismo tiempo, podrá estar abierto a entender la emoción de los demás. Algo que le proporcionará entendimiento para tener herramientas en el futuro y mejorar su comportamiento hacia él mismo y los demás.

El juego con muñecas

El juego con muñecas es una forma excelente de que los niños disfruten al mismo tiempo que puedes observar sus miedos, preocupaciones y su interior. Solo tienes que escuchar lo que dicen.

Si juegas con tus hijos puedes aprovechar para pedirles que te expliquen cómo se siente uno de sus muñecos y qué se puede hacer para que esté más contento.

Es una forma en que los niños te expresan sus emociones más profundas sin bloquearse y de la forma más sincera.

Navidad es una época estupenda para trabajar valores y emociones en los pequeños… aunque debemos recordar que, además de ser su mejor ejemplo, también debemos ser conscientes de la importancia de la educación emocional durante todo el año, cada día importa para su desarrollo en inteligencia emocional.