Nuestra personalidad se construye a lo largo de toda nuestra vida, desde nuestra infancia hasta nuestra actualidad. Pero existe un periodo clave en este proceso, y se trata de la querida adolescencia. Te traemos información sobre cómo se forma la personalidad durante esta etapa y cómo acompañar de la mejor manera.
Ser introvertido, sensible, racional, dominante, relajado o seguro. Todas estos rasgos reflejan aspectos de personalidad que resultan comúnmente utilizados en psicología y en nuestras vidas cotidianas.
Pero: ¿Qué es realmente la personalidad?
Puede definirse como un patrón de pensamiento, emoción y comportamiento, que se mantiene medianamente estable en el tiempo y en los momentos en los cuales afrontamos situaciones durante nuestras vidas.
A través de esta lente de la personalidad se inscribe nuestra manera de percibir la realidad que nos rodea y nuestra forma de interactuar con ella.
Parte de nuestra personalidad depende de factores conocidos como hereditarios, mientras que otra parte es adquirida y formada durante nuestras experiencias de vida.
Factores que influyen en el desarrollo de la personalidad en la adolescencia
Debido a que nuestra personalidad se va configurando a medida que transitamos nuestra vida, se considera que esta no alcanza su total formación hasta la adultez.
Los factores que influyen en el desarrollo de nuestra personalidad pueden ir desde cuestiones biológicas hasta contextos de los ambientes en los que nos movemos e influencias personales.
La personalidad que construyamos enmarcará así, nuestra manera de ver el mundo y de reaccionar ante él.
Estudios demuestran que los rasgos que conforman nuestra personalidad aparecen durante distintas etapas del desarrollo de la misma: Desde la niñez hasta nuestra adultez.
Entonces: ¿Qué pasa durante la adolescencia?
Si bien, durante nuestros primeros años de infancia hasta nuestra actualidad, nuestra personalidad se consolida en la medida que vamos adoptando una forma de pensar, actuar y sentir más consistente, esta estabilidad se refuerza nuevamente a partir de la fase final de la adolescencia hacia la edad adulta.
Está comprobado que, las características de personalidad que adquirimos en nuestra adolescencia, pueden llegar a predecir ciertos resultados en la vida.
Aunque está claro que nuestra personalidad comienza a echar raíces durante nuestra infancia, muchos cambios operan cuando entra en juego la famosa pubertad.
La adolescencia: cambios y transformaciones rápidas
De hecho, de eso mismo se trata la adolescencia: De cambios y transformaciones rápidas.
La adolescencia es en definitiva, el punto en el que pasamos de ser niños a ser adultos. Una etapa vital compleja y repleta de cambios.
El cerebro adolescente se encuentra con un repentino aumento de alteraciones del tipo hormonal, neuronal, social y emocional. Además, se producen cambios en el entorno, en las relaciones personales, en los roles y grupos de pertenencia.
Comienza una búsqueda de la propia identidad y de inserción en la comunidad, y en el mundo. Incluso la forma en la que la materia gris del cerebro cambia durante la pubertad puede afectar la manera en la que se comportan y sienten los jóvenes.
Se trata de un periodo vital que se caracteriza por la necesidad de diferenciarse, conduciendo a una frecuente “ruptura” respecto a los adultos y un cuestionamiento de todo lo que hasta entonces se ha aprendido y naturalizado.
Esto no se refiere a una separación para nada definitiva, sino más bien al comienzo de una etapa de autonomía, propia de los jóvenes que se encuentran atravesando la pubertad.
La experimentación en la adolescencia
En esta etapa la autoestima tiende a fluctuar, debido a las inseguridades y los descubrimientos particulares de la adolescencia. A través de la experimentación, el adolescente va a ir probando diferentes maneras de ver la vida, quedándose con algunos aspectos y eligiendo otros.
Esta búsqueda de identidad se transforma, en el tiempo, en lo que conocemos como una personalidad diferenciada.
Si bien las investigaciones respecto a este tema aún son incipientes, entender más sobre cómo se moldea la personalidad de los adolescentes nos puede proveer de herramientas para ayudarlos a transitar esta etapa de la manera más saludable posible.
Diversos estudios revelaron que, por ejemplo, afirmar la identidad de los adolescentes, alentarlos a actuar con autenticidad, promover la autoconfianza en la escuela.
También es importante hacerles saber que se espera de ellos y que ellos sepan qué nivel de control tienen sobre sus propias vidas y elecciones. Todo ello son factores asociados a un desarrollo positivo de la personalidad.
Cómo cultivar la personalidad en la adolescencia
Muchas veces nos concentramos mucho en lograr que los adolescentes estudien y aprueben exámenes de la escuela o de ingreso a la universidad. Esto es de vital importancia. Pero no por esto debemos dejar de enfocarnos también en ayudarlos a cultivar sus personalidades.
Es por esto que, entendiendo los cambios de distinta índole que atraviesan los adolescentes durante la etapa de la pubertad, tal vez podríamos ser menos “duros” con ellos.
Esta etapa vital resulta, valga la redundancia, vital para la consolidación de la personalidad, el paso a la adultez y la generación de una emocionalidad estable.
Teniendo esto en cuenta, el acompañamiento que hacemos como padres y madres respecto a nuestros adolescentes, resultará de tremenda importancia para que transiten este difícil periodo de una manera más amena, y puedan explorar en búsqueda de construir sus respectivas identidades.