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Brecha digital: cuando los hijos saben más que los padres

Es fundamental trabajar la buena comunicación y la confianza para que los jóvenes naveguen seguros, aunque exista brecha digital.

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En las familias actuales parece que los niños nacen con un dispositivo electrónico bajo el brazo… Sobre todo porque desde edades tempranas saben cómo manejar cualquier dispositivo, ¡lo aprenden muy rápido! Los padres y las madres piensan que sus hijos, desde que son pequeños, verán solo contenido apropiado, pero la realidad es que en la adolescencia suelen deshabilitar el control parental. Parece que los hijos saben más que los padres porque la brecha digital es una realidad.

Brecha digital: la adolescencia y la red

Es probable que en la familia no se sepa mucho sobre lo que hacen los jóvenes en la red… O quizá los padres y madres estiman que sus hijos están haciendo unas cosas cuando en realidad son otras. Es más, muchos padres y madres reconocen que sus hijos saben más de tecnología que ellos mismos.

Sin una buena educación digital, los jóvenes accederán a contenido inadecuado para su edad

Sin una buena educación digital, los jóvenes accederán a contenido inadecuado para su edad por desconocimiento y, sobre todo, porque no saben que es algo “malo” para ellos. En este sentido, es fundamental la buena comunicación en la familia porque, aunque ellos “sepan” más de tecnología, saben menos sobre lo que puede ser perjudicial para ellos o para los demás.

Algunos progenitores piensan que sus hijos les dicen la verdad cuando les comentan lo que hacen mientras están conectados o incluso confían en que no accederán a contenido en la red que no sea apropiado… pero la realidad es otra.

Actividades peligrosas en Internet

A causa de la brecha digital existente, existen peligros en la adolescencia que pueden hacer que hagan cosas ilegales en Internet sin ser del todo consciente de ello. Algunos ejemplos son:

  • Visitar sitios web que los padres desaprobarían.
  • Ver vídeos web inapropiados.
  • Comprar cosas ilegales a través de la red.
  • Piratear películas, músicas o libros digitales.
  • Buscar contenido pornográfico y ver las imágenes o vídeos.
  • Acosar a otras personas a través de las redes sociales.
  • Quedar con personas que han conocido a través de Internet.
  • Esconder un comportamiento online inadecuado a los padres (eliminar historial de búsqueda, minimizar el navegador para que no lo vean, ocultar o elimina vídeos de contenido inapropiado, etc.).
  • Tener un correo electrónico o una cuenta a escondidas de los padres.

Todos estos comportamientos en Internet por parte de la adolescencia pueden ser peligrosos para ellos, puesto que les están poniendo en peligro, incluso, a nivel legal. En este sentido, resulta fundamental que en la familia exista comunicación y confianza para hablar sobre los peligros de Internet y, sobre todo, sobre el buen uso que se puede hacer con la tecnología.

Acompañar en el crecimiento digital

Si bien es cierto que muchos padres y madres aseguran que sus hijos saben más que ellos en cuanto a tecnología, esto no debe ser una excusa para ser una buena guía para ellos. Los hijos necesitan que sus padres les enseñen una buena educación digital. En este sentido, pueden formarse ellos mismos sobre estos temas para, así, poder orientar a sus infantes siempre que sea necesario.

En la actualidad existe un uso generalizado de Internet a cualquier edad. Los trámites escolares o cualquier gestión se hacen a través de los dispositivos electrónicos conectados a la red. Es una ventana atractiva para cualquiera, ya que nos hace estar conectados todo el tiempo unos con otros.

Es por todo esto que las buenas prácticas dentro del mundo digital deben ser una tarea educativa para las familias. No hay que mirar hacia otra parte y esperar que en la adolescencia todo marche bien sin que los padres sean sus guías. Es necesario transmitir a los adolescentes mensajes realistas sin llegar a ser alarmistas o a provocar miedo, porque Internet no tiene que darlo. Internet es una gran oportunidad de crecimiento siempre y cuando se haga una utilización responsable del mismo.

Hay que hablar con los jóvenes y que entiendan que, aunque puede ser una gran herramienta, puede tener riesgos y por eso es necesario seguir unas normas tanto en su uso como en el tiempo de conexión.