El verano en Latinoamérica ya dijo presente, y no son pocas las familias que aprovechan sus vacaciones para descansar y pasar un buen tiempo de calidad.
Ya sea disfrutando de la playa, el sol y el agua, o bien aprovechando la pileta de un conocido o familiar, siempre hay mucho para hacer fuera de las cuatro paredes.
Una gran ventaja de estas actividades es que no representan un gran costo económico, ya que demandan de nosotros tan solo un poco de creatividad y simpleza. Esto quiere decir que podemos hacerlas donde quiera que estemos y en el momento que surja.
Está comprobado científicamente que el juego funciona como un gran punto de encuentro entre cualquier persona, y ni hablar si se trata de familia. Sabiendo que impulsar el juego como núcleo familiar es sumamente positivo para las relaciones, no nos quedan excusas para no incorporarlas al plan vacacional.
Actividades ideales para hacer en verano
Aunque la lista es larga, nos propusimos seleccionar algunas opciones infalibles y que no pueden faltar en ningún encuentro familiar.
Pompas de jabón
Pocas cosas cautivan y divierten tanto a los niños como las burbujas gigantes. Y si encima aprenden a hacerlas ellos mismos, mejor todavía. Los materiales para hacerlas son pocos y fáciles de conseguir: jabón, agua, algunas sogas, gel (idealmente extrafuerte) y algunos palos no muy gruesos son suficientes para un día entero de diversión.
Carreras de sacos
Ideal para convocar a los peques, la carrera de sacos es simple de organizar, porque se pueden utilizar fundas de almohadas o bolsas grandes que tengamos en casa.
La consigna es sencilla: respetando el recorrido elegido, ganará el participante que llegue a la meta sin salirse de la bolsa, por supuesto. Esto suele generar momentos muy divertidos, ya que siempre alguno se tropieza o se le complica y esto genera una risa colectiva y sobre todo compartida.
Teléfono roto
También conocido en algunos países de la región como “teléfono descompuesto”, este clásico pasatiempo comienza formando un círculo entre los participantes, quienes estarán sentados. El juego empieza cuando alguien le dice una frase al oído al compañero de alguno de sus lados.
Este repite la frase al vecino y así sucesivamente hasta que el último del círculo debe decir en voz alta la frase, para confirmar si es la misma que la original. Las respuestas suelen ser desopilantes, con palabras inventadas y mucha picardía, por lo que la diversión está asegurada.
Limbo
Aunque se puede hacer en cualquier sitio, el limbo tiene mucha popularidad en las playas. Solo necesitamos de un palo de escoba, rama, o cualquier vara con un tamaño mediano. Idealmente, también se lo suele acompañar con música divertida.
Esta vara se apoya entre dos sillas o cualquier soporte en altura, aunque también la pueden sostener dos personas. Los participantes deben pasar por debajo de la barra, ya que aquel que la toque queda descalificado.
El principio suele ser fácil, pero con cada ronda, la altura disminuye, y cada vez se debe “arquear” más el cuerpo para pasar con éxito, lo cual siempre termina en alguna caída bizarra y graciosa.