Cuando llegan las vacaciones y los niños tienen tanto tiempo libre, parece que el recurso más sencillo es dejar que pasen mucho tiempo delante de las pantallas. Un entretenimiento sin límites y fuera de control puede ser un peligro para ellos. Para que esto no ocurra, vamos a contarte algunas estrategias para reducir el tiempo de pantallas en las vacaciones.
Debemos recordar que las pantallas no suponen un problema si se utilizan de forma controlada, segura y con la supervisión de la familia. Es más, puede convertirse en una herramienta educativa. Pero hay que tener cierto control para que los contenidos que tus hijos consumen en las pantallas no sean negativos para ellos tanto a nivel físico como mental, ya que puede perjudicar gravemente su desarrollo.
Para evitar las posibles consecuencias negativas del uso desmesurado de las pantallas, es mejor que tengas en cuenta las siguientes estrategias para emplearlas desde hoy mismo.
1- Mantén unas rutinas
Que sea verano no significa que no deba haber rutinas en vuestras vidas. Es más, son necesarias. Si no quieres que tus hijos se descontrolen demasiado, las rutinas son importantes. Planifica diferentes actividades durante el día para que tus hijos sepan qué harán. Podéis hacer actividades en casa, fuera del hogar, repaso de lectura, cocinar en familia, salir a la piscina, etc.
Dentro de las rutinas, podemos escoger entre todos las actividades a realizar en familia, lejos de las pantallas. Podéis hacer una lista de cosas que queréis hacer y planificarlas en el calendario para llevarlas a cabo.
2- Limita el tiempo ante las pantallas
Es muy importante que, como familia, limitemos el tiempo en las pantallas y, sobre todo, que vigilemos lo que hacen nuestros hijos frente a ellas. El tiempo de exposición no debería ser más de 1 o 2 horas al día… Aunque si es menos, mejor. Lo ideal es que en el tiempo que están frente a la pantalla lo hagan con vídeos o aplicaciones educativas.
No significa que los infantes no puedan estar delante de la pantalla en todas las vacaciones, pero sí limitar su uso durante el día y no salirse del tiempo establecido y acordado.
3- Siempre en una zona común
Tanto si se trata de un ordenador, la tablet, una videoconsola o incluso el uso de dispositivos móviles, se deberán utilizar siempre en una zona común, transitada por la familia (y en un tiempo delimitado). De esta manera, podrás controlar lo que hace tu hijo frente a la pantalla.
4- Aunque seas más flexible, que no se descontrole
Si bien es cierto que en vacaciones podemos ser algo más flexibles, la realidad es que no podemos permitir que el tiempo de pantalla se descontrole. Las rutinas, los horarios y los límites deben estar siempre presentes como te hemos comentado más arriba. El uso debería ser restrictivo y así evitaremos la dependencia a las pantallas ante el aburrimiento.
5- Contenidos de calidad
Siempre que tus hijos o hijas quieran pasar tiempo delante de las pantallas, debes asegurarte de que el contenido que están consumiendo sea de calidad. Debes conocer todo lo que tu hijo ve en internet, los programas que le gusta ver o las aplicaciones que se descarga. El objetivo de esto, además de conocer mejor sus gustos, es, por supuesto, poder establecer buenos límites y controles parentales para evitar que haya riesgos innecesarios.
6- Hablar sobre el buen uso de las pantallas
Es importante que exista comunicación desde la infancia y que se les explique, con empatía y asertividad, la importancia que tiene hacer un buen uso de las tecnologías. Esto es imprescindible para cuidar la salud física y mental y, sobre todo, para prevenir riesgos en la red.
En el caso de que tengan redes sociales, será importante que sean privadas, que no acepten amistades de personas que no conocen y siempre, priorizar el contacto cara a cara más que por una pantalla. Dentro del buen uso de las pantallas, es importante que los más pequeños de la casa sean conscientes de que habrá momentos durante el día que el uso de las pantallas estará fuera de lugar.
Por ejemplo, en la hora de la comida o de la cena, las pantallas deberán estar apagadas para poder conectar unos con otros y mantener una conversación tranquilamente. Si hacemos juegos en familia o salidas al aire libre, también quedarán prohibidas las pantallas de cualquier tipo. Es importante que tus hijos aprendan a disfrutar del momento y a divertirse sin necesidad de estar conectados todo el tiempo.
7- Sé un buen ejemplo
No puedes esperar que tus hijos reduzcan el tiempo de pantallas en las vacaciones si tú no lo haces primero. En este sentido, limita tu uso del teléfono o de cualquier otra pantalla y prioriza pasar tiempo de calidad en familia.
No estamos diciendo que no puedas mirar tu móvil o tu correo electrónico, pero si lo haces, que no sea cuando estás pasando tiempo en familia. Por supuesto, hay una excepción: ver una película en familia o salir al cine no se cuenta como tiempo de pantalla, sino como tiempo en familia.
8- Momentos de ocio digital en familia
Compartir momentos de ocio digital en familia no es algo malo, ya que incluso se pueden potenciar conexiones emocionales. Pero no debe ser siempre y se deben alternar con otras actividades en familia, tanto en casa como al aire libre.
En caso de que no sea así, sobre todo en el caso de los adolescentes, podría haber un distanciamiento emocional. Jugar en familia está bien y el ocio digital conjunto es bueno si se hace correctamente (se mejoran las habilidades motoras, sociales, potencia la concentración y el aprendizaje y aumenta la creatividad).
9- Si es necesario, puedes utilizar normas escritas
Para evitar que se os olvide todo lo que te acabamos de comentar, es buena idea que lo apuntes a modo de lista o normas para el hogar. Adapta las normas a vuestro día a día y explícalas a tus hijos. De esta manera no se te olvidarán, podrás hacer que cumplan las normas y, lo que es más importante, el resto de miembros de la familia sabrá qué se espera de ellos y lo podrán llevar a cabo.