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Pasatiempos en familia: ¿Por qué son tan importantes?

5 factores indispensables para el bienestar familiar

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La familia representa para el ser humano no solamente un espacio de crecimiento y contención, sino también de interacción, ocio y autodescubrimiento. El sistema familiar encabezado por padres y madres no solamente tiene responsabilidades concretas para con sus hijos, sino también la posibilidad de expandir y explorar su universo con “simples actividades”.

Es importante cultivar y alimentar constantemente un espacio activo en la familia

Dentro de las muchas costumbres que podemos encontrar en el historial familiar, la práctica constante de pasatiempos es sin duda una de las que mejor engloba dicho espacio. Aunque pasen los años y los hijos crezcan, ellos nunca olvidarán el impacto que tuvieron esos domingos de juegos de mesa. O aquella noche de películas temáticas o los partidos de fútbol en el club después de almorzar.

¿Qué actividades califican como pasatiempos?

Bueno, prácticamente todas, ya que el nombre es bastante concreto e inclusivo. Podemos encontrar desde excursiones familiares en la montaña y realizar manualidades de plastilina hasta interpretar música en reuniones como proyecto familiar.

Aunque en la mayoría de los casos estos pasatiempos se gestan naturalmente, existen casos donde la familia tiene que hacer mayores esfuerzos por integrar algunos de estos hobbies. Sin embargo, cabe aclarar que no necesariamente todo el núcleo familiar tiene que llevar a cabo la misma actividad para que impacte positivamente.

Lo que sí se considera realmente importante es el hecho de cultivar y alimentar constantemente un espacio activo. Un espacio de confianza donde cada miembro pueda desarrollar su personalidad con libertad y aceptación.

¿Qué más podemos hacer como familias?

¿Le damos la importancia que merece o preferimos que ellos jueguen solos y lo descubran por su cuenta? ¿Cuáles serían entonces los beneficios concretos de fomentar este tipo de propuestas?

  • Autoconocimiento. Aunque el foco de los pasatiempos no está basado en lo educativo, gracias a estos nuestros hijos logran vivenciar de primera mano la adquisición y práctica de nuevas habilidades, junto con las limitaciones con las que cuentan en ese momento. En otras palabras, permite visibilizar un punto de partida muy ilustrativo tanto para ellos como para los padres.
  • Vínculos. Realizar un pasatiempo puede ayudar a desbloquear obstáculos en la conexión que no estamos logrando alcanzar con un hijo en aspectos como la falta de comunicación y/o de afecto. A veces no hace falta conversar para trazar puntos de encuentro, sino simplemente encontrar esa o esas actividades que convocan a ambos universos.
  • Tiempo de calidad. Como padres, nos podemos sentir abrumados por la dinámica laboral diaria. Por eso, invertir nuestro tiempo en actividades familiares definitivamente puede ser ese bálsamo que estamos necesitando. No solo por la actividad en sí, sino porque también contamos con la posibilidad de recibir contención, sabiduría y sorpresas de parte de nuestros hijos y lo que estos nos proponen durante esos pasatiempos.

Otros beneficios de los pasatiempos

  • Sociales. Con frecuencia podemos encontrar situaciones donde los hijos se sientan inseguros al relacionarse y comunicarse con compañeros de colegio o con desconocidos. La buena noticia es que la escuela no es el único foco desde el cual podemos accionar o intervenir para mejorar este tipo de aspecto. En ese sentido, realizar actividades en familia tiene un rol vital, ya que al ser un espacio seguro, este puede funcionar como “campo de entrenamiento” para impulsar una mayor confianza en sí mismos y en otros futuros grupos sociales.
  • Inteligencia emocional. Es importante recordar que los niños se encuentran en pleno desarrollo de su autopercepción emocional. Por eso es que las actividades familiares pueden ser canales para ejercitar, comprender y expresar su emocionalidad de forma relajada y sin presiones. De hecho, los pasatiempos han adquirido un nivel de relevancia tal que con el correr de las décadas se han vuelto herramientas indispensables para las terapias familiares.