Las mascotas son un miembro más de la familia, por lo que su muerte puede suponer un duro golpe en la infancia. Descubre cómo explicarle a tu hijo o hija lo que ha pasado y cómo ayudarle a superar la pérdida de su mascota.
Una mascota es muy beneficiosa para el desarrollo emocional durante la infancia
Entre los niños y sus mascotas, sobre todo determinadas especies como perros, gatos o roedores, puede llegar a crearse un vínculo muy especial. Además, la mascota le proporciona seguridad, amistad, consuelo y calma. También, esta puede ayudarle a desarrollar valores como la empatía, la solidaridad o el compromiso.
¿Cómo puede afectar la muerte de la mascota en la infancia?
Por eso, el fallecimiento de una mascota puede suponer un duro revés durante la infancia. Entre las consecuencias principales que puede experimentar el niño tras la muerte de su mascota encontramos regresiones, miedo a la muerte, reacciones somáticas (como dolor de estómago y cabeza o problemas para dormir), ansiedad o síntomas depresivos en los casos más graves.
Hablar de la muerte no es sencillo y puede causar mucha pena y tristeza en edades tempranas, pero siempre es mejor hablarle con sinceridad y explicarle lo que ha pasado que mentirle. Evita frases como “se ha ido a vivir a otro sitio” o “le hemos llevado a una granja para que sea más feliz”. Esto solo hará que, cuando el niño descubra lo que realmente pasó, se de cuenta ello. En resumen, nunca es bueno mentir a los hijos o hijas, aunque sea para protegerlos. Es mejor contarles la verdad, adaptada a su edad y su madurez.
¿Cómo decirle que su mascota ha muerto?
Lo primero es crear un ambiente adecuado para darle la noticia. Sentaos en un sitio tranquilo, con la televisión apagada y sin distracciones. Cógele de la mano y, con palabras sencillas, dile que su mascota ha muerto. Si te pide detalle de cómo ha muerto o qué ha pasado, dáselos, pero sin ser demasiado explícito ni contarle temas muy escabrosos que puedan darle miedo.
Contesta a todas sus preguntas de forma sencilla y adaptada a su nivel de comprensión. Es importante que le permitas hablar del tema todo lo que necesite. Guardar silencio no ayuda a superar la pérdida, por lo que debes darle la opción de expresar cómo se siente.
Asimismo, es importante decirles que es normal que, ante la muerte de un ser querido, experimentemos todo tipo de sentimientos. Es normal que nos duela y que nos entristezca, ya que esa mascota (o persona) nos hará falta y la vamos a extrañar.
Cómo afrontar la muerte de una mascota
Después, puedes ayudarle a preparar alguna ceremonia o ritual. Según el tipo de mascota podéis enterrarla en algún sitio o preparar una ceremonia de despedida con dibujos, poemas o recordatorios. Puedes aprovechar la pérdida de su mascota para iniciar una conversación sobre la muerte que le ayude a entenderla mejor.
En la infancia es cuando más dudas y preguntas surgen en torno a este tema y, aunque sea complicado e incómodo, es importante que le hablemos sobre ello y respondamos a sus dudas amparándonos en nuestras creencias.
Ten en cuenta que no es hasta los 8 o 9 años cuando se dan cuenta de que la muerte es algo irreversible. Antes de esta edad aún creen que es temporal y reversible. Para que puedan entenderlo, a esta edad bastará con explicarles que el animal ya no puede moverse, ni oír, ni ver, ni sentir. En este sentido, es mejor evitar los eufemismos y las metáforas.
Tampoco debemos minimizar su dolor ni decirle cosas como “solo era un hámster”. Para él era su amigo y compañero de juegos y debes respetar su dolor y ayudarle a superarlo. Tampoco trates de reemplazar al animal de inmediato. Es importante que tenga un tiempo para recuperarse de la pérdida sin tratar de cubrir sus emociones con una nueva mascota.