La amistad forman parte importante de la configuración de nuestra identidad personal. Define como somos. Sin duda, los amigos y amigas son imprescindibles en muchos momentos de la vida, incluida la adolescencia.
Nuestros hijos necesitan que les orientemos sobre el valor de la amistad
La amistad es un tesoro que deben descubrir. Los amigos pueden ser reales, conocidos, compañeros, colegas de fin de semana… Es como asignarles una graduación. Nuestros hijos se deben parar a pensar y ver la diferencia entre unos y otros.
En esta etapa de la adolescencia un amigo lo es todo. Constituyen un pilar muy fuerte en su vida. Debemos transmitirles lo que significa un compromiso verdadero con los amigos y qué implica cultivar una relación de amistad. No nace de la nada y es mantenida por el azar. Hay algunos que sin necesidad de verse constantemente conservan unos lazos fuertes.
Para otros, el encuentro permanente es fundamental. En cualquiera de los casos las amistades deben ser cuidadas y alentadas. La amistad junto a la familia y el trabajo es algo que merece la pena dediquen tiempo y esfuerzo.
Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo que se espera. Esa disposición es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con algunas personas.
Los amigos de verdad aumentan la autoestima de manera natural
A su vez, el animar a un amigo nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. Sin embargo, como la adolescencia es una etapa totalmente nueva para ellos, y en la que, además, necesitan buscarse, hay saber distinguir bien unos amigos de otros.
El adolescente en cuestión se encuentra con que su cuerpo está cambiando, siente y piensa de manera diferente a como lo hacía hasta ahora. Los amigos son muy importantes, sí, pero tanto para bien como para mal. El sentido de la amistad todavía no está maduro y lo más habitual es que uno se deje llevar por la fuerza de un determinado grupo. En ese grupo de iguales es donde se sienten seguros.
Por suerte, podemos ayudarle a pensar haciendo que reflexione sobre estas cuestiones:
- ¿Te consideras un “buen amigo”?
- ¿Puedes expresar tu opinión con naturalidad, aunque sea contraria a la de otros en el grupo?
- ¿Escuchas a tus amigos?
- ¿Te interesas por sus problemas, y sus cosas en general?
- ¿Te hace ser mejor el contacto con tus amigos?
- ¿Tienes “amigos falsos” con los que solo te diviertes, pero nada más?
- ¿Puedes distinguir los amigos con los que compartes una intimidad de ideas mayor?
Nuestros hijos necesitan que les orientemos sobre el valor de la amistad, como demostrarlo, afianzarlo y entregarse para demostrar que es un buen amigo. La amistad ha de ser sincera. Los amigos se apoyan, se quieren y son sinceros el uno con el otro.
Y, probablemente, las redes sociales en el confinamiento han sido la herramienta fundamental para relacionarse con sus amigos. Es su medio de comunicación para estar en contacto con sus iguales.
En todo este complejo modo de relacionarse están comenzando a aprender a ser amigos y necesitan realizarlo ellos solos, aunque nosotros podemos acompañarles. Habrá momentos en los que podremos estar a su lado y otros que no porque quizás, en ocasiones, no nos dejarán y tendremos que conformarnos con observarlos de lejos.
He aquí, algunas sugerencias para ayudarlos, aunque de una manera indirecta:
- ¿Tiene detalles con sus amigos, teniendo en cuenta sus gustos y preferencias?
- Ante una diferencia de opinión con algún amigo, ¿es empático?
- ¿Es individualista y solo se relaciona con amigos para hacer planes?
- ¿Tiene un amplio círculo de amigos y está dispuesto a abrirlo?
- ¿Comparte sus aficiones con sus amigos?
- ¿Se muestra preocupado por conocer a los demás para poder ayudarles mejor?
Decíamos al comienzo que deben saber que tipos de amigos tienen asignándoles una especie de “graduación”. En el mundo de las redes sociales se encuentran muchos tipos de amistad y es importante que comiencen a conocerla cuanto antes.
En el uso de ellas se van incorporando amigos, amigos de amigos, conocidos, multitud de grupos en definitiva… Un buen ejercicio que les podemos sugerir, por tanto, es que escojan una de las redes que más utilicen y busquen a sus contactos y grupos. Y una vez ya cuenten con la lista de todas las personas que tienen en la red social que elaboren una tabla con tres columnas:
- Amigos de verdad.
- Conocidos.
- Otros.
A continuación, sugerirles que piensen si realmente todos los que tienen deben estar ahí; si los grupos a los que sigue deben continuar en él o no y, finalmente, y con valentía elaborar una última columna: “los borrables”.
Con su propia experiencia y lo que les podamos aportar configurarán una buena red de amigos, eso seguro.