Halloween es una de las fiestas más divertidas y esperadas por las niñas y niños pequeños, y no tan pequeños. Pero a muchos los fantasmas, monstruos y vampiros les causan terror… ¿qué hacer en estos casos?
Las manifestaciones de miedo pueden ser muy distintas en cada niño
La fiesta de Halloween, importada de los Estados Unidos y extendida por gran parte del mundo, es una de las preferidas de nuestros peques. ¿A quién no le gusta disfrazarse y conseguir chucherías de otras casas? ¿O celebrar una fiesta terrorífica llena de vampiros, fantasmas y brujas? Pues, probablemente, a los niños muy miedosos.
El miedo es normal en los niños y forma parte de su proceso evolutivo. Desde los primeros miedos que surgen hacia los 8 meses (la ansiedad por la separación), hasta los miedos más profundos como el miedo a la muerte que surge hacia los 8 años, los niños pasan por varias fases que van variando a medida que maduran y crecen.
Por ejemplo, el miedo a los monstruos y los fantasmas es habitual en niños de entre 2 y 6 años, por lo que es normal que tu hijo tenga cierto recelo a celebrar una fiesta repleta de personas disfrazadas de estos personajes.
Además, no olvidemos que el origen de Halloween es celebrar la noche de los muertos, aquella en la que los muertos vuelven a la tierra por un día, por lo que, si tu hijo es miedoso, esta idea le resultará de todo menos divertida.
Y es que los niños pequeños no son capaces de distinguir del todo entre realidad y fantasía, por lo que puede pensar que esa muñeca diabólica o ese vampiro que le persigue son reales, sin darse cuenta de que es una máscara debajo de la que está su amigo o su tío.
Las manifestaciones de miedo pueden ser muy distintas en cada niño. Algunos reaccionan con llanto, otros salen corriendo, otros se paralizan… Incluso pueden sufrir un ataque de pánico.
También es posible que lo que le dé miedo a tu hijo sea disfrazarse. No a todos los niños les gusta y, además, la imaginación de los niños de entre 3 y 7 años es desbordante, por lo que el simple hecho de ver el disfraz de Halloween puede asustarle, mucho más si le dices que tiene que meterse dentro. Puede que se crea que se va a transformar en ese monstruo o bruja si se introduce en el disfraz.
¿Cómo ayudarle a afrontar el miedo a la fiesta de Hallowen?
Para empezar, al igual que con cualquier otro miedo, nunca debes burlarte de él ni menospreciarle. Y tampoco decirle frases como “No seas tonto, no hay que tener miedo” o “Es una tontería tener miedo de esto”. El miedo es libre y hay que respetarlo y nunca ridiculizar al pequeño a causa de sus miedos.
Para ayudarle a superar sus miedos debes escucharle y ponerte en su piel, mostrando empatía y apoyo. No le obligues a disfrazarse si no quiere ni acudir a una fiesta de Halloween si le da auténtico pánico.
En su lugar, prueba estos consejos para ir reduciendo sus miedos:
- Explícale que Halloween es una fiesta, nada más. Debe saber que no es cierto que los muertos se levanten de sus tumbas ni que aparezcan brujas o fantasmas de verdad, que son todo personas disfrazadas.
- Cuéntale todas las cosas divertidas que se pueden hacer en Halloween, como conseguir caramelos y chucherías.
- Enséñale los disfraces sin poner, para que comprenda que son solo prendas de ropa.
- Involucra al niño en la decoración y preparación de toda la fiesta.
- Averigua qué es lo que le da miedo exactamente a tu hijo… las personas disfrazadas, la decoración, disfrazarse él, ir de casa en casa…
- Para su primera fiesta, prepara algo sencillo, sin muchos elementos de terror, apto para niños y muy divertido. Si disfruta y se lo pasa bien, seguro que querrá repetir al año siguiente con un poco más de “terror”. Podéis hacer manualidades, recetas de Halloween, disfrazarse de personajes que no den miedo, etc.
- Comenta a los demás invitados a la fiesta su miedo para que no le den sustos ni le hagan bromas.
- Evita los cuentos y películas de miedo. Si tu hijo no está preparado, opta por películas de Halloween apropiadas para todos los públicos.
- Si a pesar de todo se asusta y se quiere ir, respétale, ya tendrá tiempo de disfrutar de Halloween.