La comida y las asociaciones positivas

La importancia de la buena asociación

Mother and father feeding their little daughter in kitchen
4/5 - (1 voto)

Muchas veces comer no es solo comer, se trata de un montón de otras cuestiones que nos atraviesan y que van más allá de la sencilla ingesta de alimentos. De que se trata la asociación positiva en la alimentación.

Cada vez somos más conscientes sobre las graves consecuencias del consumo excesivo de azúcares y grasas nocivas en nuestra salud. Es por esto que hablaremos de un tema que concierne a la temática, que es la asociación positiva a la comida.

¿Cómo nos relacionamos con la comida?

La asociación positiva a la comida es una respuesta psicológica que se produce cuando una persona tiene una experiencia agradable con un alimento y, como resultado, se siente más atraída hacia ese alimento en el futuro. Esta respuesta puede ser desencadenada por una variedad de factores, incluyendo el sabor, el aroma, la textura y la presentación del alimento.

Ahora cabe preguntarnos entonces: ¿Cómo es que este concepto puede afectar nuestros hábitos alimenticios y nuestra salud?

En primer lugar, la asociación positiva a la comida puede ser influenciada por varios factores psicológicos. Por ejemplo, una persona puede tener una experiencia agradable con un alimento en un momento particularmente feliz o emocionalmente significativo en su vida. Como resultado, esa persona puede sentir una conexión emocional con ese alimento en particular. Además, el marketing y la publicidad también pueden influir en la asociación positiva a la comida, a través de técnicas de imagen y etiquetado de alimentos que aumenten la atracción por los mismos.

Es por todo esto que los efectos de la asociación positiva a la comida pueden tener un impacto significativo en nuestros hábitos alimenticios. Si una persona tiene una asociación positiva con un alimento que es rico en grasas y azúcares, es posible que tenga más probabilidades de comer ese alimento con más frecuencia, incluso si no es saludable. De la misma manera, si una persona tiene una asociación positiva con un alimento saludable, es posible que esté más dispuesta a incorporar ese alimento en su dieta regularmente.

Somos lo que comemos

Numerosos estudios han demostrado que la asociación positiva a la comida puede tener efectos tanto positivos como negativos en la salud. Un estudio comprobó que las personas que tenían una asociación positiva con frutas y verduras tenían más probabilidades de comer estos alimentos con regularidad y eran menos propensas a tener sobrepeso o enfermedades crónicas. Pero por otro lado, las personas que tenían una asociación positiva con alimentos ricos en grasas y azúcares, como los dulces y los postres, tenían más probabilidades de tener sobrepeso y enfermedades como la diabetes.

Es importante tener en cuenta que la asociación positiva a la comida no es necesariamente una respuesta automática o instintiva. De hecho, podemos modificar y cambiar nuestras asociaciones a los alimentos a través de la exposición repetida y la reevaluación consciente. No se trata de algo crónico o que no tiene vuelta atrás. Si una persona tiene una asociación positiva con la comida rápida es posible que pueda cambiar esa asociación gradualmente, disminuyendo su consumo y exponiéndose a alimentos saludables y ricos en su lugar.

Problemas más difíciles de afrontar surgen cuando la asociación se sostiene desde un lugar emocional, en respuesta a lo que sentimos de acuerdo a determinada situación de nuestra realidad, o en hábitos que “compensan” cuestiones emocionales desde nuestra niñez. Si bien no se trata de algo irreversible, el trabajo pasa por otro lado y requiere otros tiempos e intervenciones profesionales.

Habiendo dicho todo esto, es más que evidente que la asociación positiva a la comida como respuesta psicológica puede tener un impacto significativo en nuestros hábitos alimenticios y nuestra salud. Si bien esta respuesta puede ser influenciada por varios factores, es importante recordar que podemos modificar y cambiar nuestras asociaciones a los alimentos a través de la exposición y la reevaluación consciente.

Mantener una dieta saludable y equilibrada puede ser más fácil si aprendemos a tener una asociación positiva con los alimentos adecuados y a trabajar nuestras asociaciones para que no dependan del estado emocional que nos atraviesa en el momento. Generar estos hábitos saludables para nuestros pequeños será crucial para el resto de sus vidas.

Heliana Moriya

Docente de música de niveles inicial, primario y secundario

Psicopedagogía