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¿Cómo construye la realidad un adolescente?

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La adolescencia es una etapa compleja llena de cambios en la que puede ser difícil para ellos distinguir la realidad de «su realidad». ¿Cómo la construyen? ¿Qué importancia tiene lo social y la experiencia individual? Te lo contamos en este interesantes artículo.

Según Peter L. Berger y Thomas Luckmann, la realidad se construye socialmente.

  • La realidad es una serie de fenómenos externos.
  • El conocimiento es la información respecto de las características de esos fenómenos.

Por lo tanto, realidad y conocimiento se encuentran íntimamente relacionados a partir del proceso en que el cuerpo del conocimiento sobre un fenómeno determinado queda establecido socialmente como realidad.

Estos autores plantean una teoría del mundo de la vida en la que, a partir de la experiencia individual del sujeto, se describe la estratificación de su mundo de la vida con el foco puesto en la cotidianidad.

La realidad cotidiana se encuentra dominada, entonces, por la acción y la comunicación. El centro de esta propuesta es el sujeto. Él es quien concibe la realidad por medio de su interacción con el mundo que le rodea y con sus semejantes.

Desde estas situaciones de interacción, las personas construyen la sociedad y, a la vez, la sociedad les construye a ellos.

¿Qué es el construccionismo social?

Atendiendo a Cromby y Nightingale (1999) son cuatro las características generales del construccionismo social:

1. Primacía de los procesos sociales

Las experiencias de los sujetos en el mundo son, primeramente y antes que cualquier otra cosa, procesos sociales, por lo que la interacción en la vida cotidiana es determinante de los conocimientos incorporados por los sujetos.

2. Especificidad histórica y cultural

Los sujetos son el producto de un componente social y cultural específico.

3. Interdependencia entre conocimiento y acción

Cada modo de conocimiento trae incorporadas formas de acción diferenciadas, lo cual conlleva, a su vez, consecuencias también diferenciadas.

4. Postura crítica con respecto al positivismo y al empirismo

Todo conocimiento es histórica y socialmente específico, por lo que desafían al esencialismo, al individualismo y al mentalismo.

Para el construccionismo social, desde que nacemos estamos incluidos en determinadas pautas de interacción social que no iniciamos nosotros.

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, nos encontramos cada vez más involucrados en ellas (son las que nos permiten aprehender y construir los significados de nuestro entorno).

Los sujetos tienen la capacidad innata para insertarse en estas conversaciones o pautas de interacción.

En La construcción social de la realidad (1967) de Berger y Luckmann los autores parten de dos tesis básicas:

  1. Por un lado, que la realidad se construye socialmente.
  2. Por el otro, consideran que es tarea de la sociología del conocimiento analizar los procesos por medio de los cuales se construye socialmente la realidad.

Los procesos de objetivación realizados por medio del lenguaje usado en la interacción social cotidiana son los que construyen la sociedad y la convierten en una realidad objetiva a través de los mecanismos de institucionalización y legitimación.

 ¿Cómo pueden los adolescentes colaborar en la construcción de esta realidad social?

El adolescente, como el resto de sujetos que forman parte de la sociedad, es parte de esa construcción social.

Los adolescentes tienen comportamientos y características fundamentales que combinadas y puestas en el correcto rumbo de acción pueden constituir un aporte insuperable para el desarrollo, progreso y buen vivir, tanto en el núcleo de la sociedad como el de la familia.

Para conseguir que sea así, es necesario que sean orientados de manera adecuada y que asuman funciones útiles para la sociedad solo en un futuro, siendo su aporte en el presente casi nulo. Algo que les puede costar asumir, ya que los adolescentes reclaman su derecho a aportar a la sociedad aunque aún no estén preparados, dirigiendo sus derechos, expresiones y protagonismo hacia una participación activa en la construcción de la realidad, tanto del presente como del futuro, un futuro marcado además por la globalización en el mundo.

Los adolescentes tienen una gran energía y optimismo. En general, son positivos, alegres y efusivos, características todas ellas muy positivas en todos los ámbitos de la vida.

Además, los adolescentes están abiertos a convivir, compartir e intercambiar experiencias y conocimientos. Ya no viven el mundo de manera pasiva, sino que quieren ser protagonistas de la construcción y rediseño de sus propios proyectos y expectativas, colaborando activamente en esa construcción de la realidad.

Sin embargo, es importante que tengan en cuenta que no lo pueden hacer solos, sino que la vida personal, familiar, laboral y social solamente puede alcanzar su verdadera plenitud cuando se sustituye el conflicto por el encuentro entre las generaciones.

Es decir, cuando se hace posible la contribución y el aporte de todos. Por lo tanto, debemos aprovechar ese impulso de los adolescentes, pero ayudándoles a entender que deben seguir aprendiendo de los mayores, de aquellos que tienen más experiencia en la vida que todavía tienen mucho que aportarles.

Construyamos una realidad mejor entre todos.