Son muchas las familias que sufren las interrupciones de sus hijos constantemente. Se ponen nerviosos y no saben cómo frenar la situación. Te contamos las claves que necesitas conocer.
Las interrupciones en los niños son normales y no debes enfadarte con ellos
Es habitual que los niños interrumpan constantemente, es algo que todos hacen y que, con una buena enseñanza, aprenderán a dejar de hacer con el tiempo.
Si eres padre o madre es más que probable que hayas sufrido esas interrupciones antes o después. Quizá cuando hablabas por el celular, cuando intentabas mantener una conversación con otro adulto o con otro de tus hijos, etc.
Si te ocurre a menudo es probable que sea algo que comience a irritarte y a molestarte… por lo cual, es lógico que quieras encontrar la solución lo antes posible.
Es fundamental enseñar a los niños a respetar los turnos de palabra, no solo para no irritar a los padres, si no también para que aprendan que en una conversación con cualquier otra persona, es necesario respetar esos turnos de habla para que se pueda dar un diálogo de la manera más fluida posible.
Para que los niños aprendan esto, no es necesario enfadarse, ni prohibirles hablar, simplemente tienen que hacerlo bien.
Por qué interrumpen constantemente
Impulsividad
Para enseñar a los niños a que no deben interrumpir constantemente es importante entender que son impulsivos por naturaleza y que, cuando quieren algo, lo quieren al momento.
La paciencia no la han aprendido aún y por eso les cuesta esperar cuando quieren decir algo a sus padres, aunque estos estén ocupados hablando con otra persona, ya sea por teléfono o en persona.
Esta impulsividad es totalmente normal y está en su desarrollo, tienen una memoria corta y esa necesidad de contar las cosas rápidamente para que no se les olvide hacen que interrumpan.
Además, los niños están acostumbrados a que en sus primeros años de vida los padres les satisfagan sus deseos al instante, por lo que es normal que quieran ser atendidos lo antes posible.
Pensamiento reflexivo
Otra característica que también hace que los niños interrumpan constantemente es que no tienen desarrollado el pensamiento reflexivo. No son capaces de pensar las consecuencias de sus actos, por lo que no son capaces de entender que, si interrumpen, pueden molestar a los demás e, incluso, causarles irritación.
Los niños pequeños son egocéntricos y piensan que todo gira a su alrededor, por lo que sienten como normal que si interrumpen, el adulto o la otra persona, debería dejar todo lo que está haciendo al instante para prestarle atención.
Claro está, los niños no son egocéntricos siempre, pero es parte de su desarrollo y es necesario que aprendan que no todo gira en torno a ellos para así aprender buenas estrategias comunicativas.
Lo que sí debes tener muy claro es que las interrupciones en los niños son normales y no debes enfadarte con ellos porque lo hagan. Es más, esa irritación que puede generarte podría causar una falta de confianza del niño a tu persona porque le haces sentir mal. En este sentido, es fundamental que tengas en cuenta algunas claves para que tu hijo deje de interrumpir constantemente.
De esta manera, tu hijo aprenderá cuándo es apropiado interrumpir y cuándo no lo es. Porque también debe saber que hay momentos en los que la interrupción sí es necesaria y debe hacerse, por ejemplo cuando hay momentos de peligro o sucede algo importante que no puede esperar. Para esto, deberá discriminar qué puede esperar y qué no.
Qué hacer para que tu hijo no vuelva a interrumpir
A partir de ahora vas a saber qué hacer para que tu hijo no interrumpa constantemente. Para ello, ten en cuenta todo lo que te vamos a contar a continuación.
-
No te enfades.
El primer punto y el más importante es que no te enfades, ni te irrites, ni le grites, ni le prohíbas hablar. Necesita comprensión y orientación por tu parte. En este sentido, mantén la calma y recuerda que tú eres el mejor ejemplo de tu hijo ante cualquier circunstancia.
-
No le hagas caso al instante.
Si te das cuenta de que tu hijo está interrumpiendo, no le hagas caso al instante. Si le atiendes, estarás reforzando de manera negativa esa manera de actuar y lo repetirá en el futuro.
Es mejor que le digas que espere a que acabes de hablar o de hacer lo que estás haciendo. No le hagas caso en ese momento y, cuando acabes, pregúntale con cariño qué es lo que quería.
-
Si sigue interrumpiendo.
Si después de decirle que debe esperar sigue interrumpiendo, entonces, agáchate y mírale a los ojos, dile exactamente el tiempo que debe esperar y que cuando acabes lo que estás haciendo, le podrás prestar atención.
-
Tócale el hombro.
Si estás manteniendo una conversación con otra persona, tócale el hombro y dile que espere un momento hasta que acabes. No le retires la mano del hombro para que sienta que le estás teniendo en consideración. Cuando acabes, pregúntale con cariño qué quería.
-
Enseñarle autocontrol.
Aprender autocontrol no es fácil y aún es más complicado para los niños, pero es algo que se debe enseñar desde que son pequeños. Puedes enseñarles técnicas de respiración, meditación para niños, contar hasta 10 despacio, etc.
-
Sí que hay que interrumpir cuando es importante.
Es necesario que los niños aprendan que cuando es necesario sí pueden interrumpir y, además, deben hacerlo. Cuando es algo importante puede interrumpir, pero que lo haga de forma calmada y sin gritar.
Por ejemplo, puede poner una mano encima de tu brazo como señal de que lo que debe decirte es importante, así sabrás que es imperante que le hagas caso cuanto antes.
-
Una lista de situaciones importantes.
Para que un niño sepa qué momentos son importantes, debe aprender a identificarlas. Para ello, podéis escribir una lista sobre situaciones que sí merecen que te interrumpa porque deberás prestar atención.
No es lo mismo interrumpir porque un hermano se ha golpeado que porque no se encuentra un juguete.
-
Entrena la paciencia.
La paciencia se debe entrenar y puedes aprovechar cualquier situación diaria para hacerlo. En este sentido, no le des todo al momento, si te pide algo, dile que espere unos minutos. Poco a poco, aprenderá que hay que esperar.
Estas claves son importantes, pero es fundamental también que seas un ejemplo y tú no interrumpas a los demás. También, si tu hijo interrumpe a pesar de estar enseñándole a hacerlo bien, no te enfades, ni le grites… Siempre muestra respeto a tu hijo, jamás le ignores porque te ha interrumpido.
No es un aprendizaje de la noche a la mañana, necesitará práctica para poder hacerlo bien, así como desarrollar su madurez, pero lo que importa es ir guiándole para que vaya interiorizando este tipo de conductas apropiadas.