El primer tiempo de la vida de nuestros bebés tiende a ser sorprendente y emocionante para nosotros como papás y mamás, pero también bastante estático. Los bebés recién nacidos basan nuestra rutina alrededor de darles de comer, hacerlos dormir, cambiar pañales y dar un baño.
Pero en cuanto los pequeños empiezan a movilizarse, ya sea rodando, sentándose, gateando o dando sus primeros pasos, nuestro hogar se transforma en un sin fin de posibilidades para descubrir. En nuestro caso se transforma más bien en un sinfín de posibles peligros que prevenir para que nuestros bebés puedan disfrutar del hogar con libertad.
La gran mayoría de accidentes de gravedad que ocurren a niños menores de cuatro años se emplazan dentro de sus casas
Estudios indican que la gran mayoría de accidentes de gravedad que ocurren a niños menores de cuatro años se emplazan dentro de sus casas, siendo el ahogamiento, las quemaduras, los golpes y las caídas los más usuales. Ahora, con esto no queremos decir que es necesario descender en un espiral de paranoia para cuidar de nuestros hijos.
Más bien, te dejamos algunos consejos para permitirnos a nosotros mismos estar tranquilos con la seguridad de nuestro hogar y permitirles a los más chiquitos disfrutar de la exploración.
Consejos para mejorar la seguridad de los bebés
Si bien muchas regulaciones de seguridad se ajustan a la estructura de cada casa, podemos hablar de algunos cuidados básicos y generales que pueden aplicar a la configuración de la mayoría de los hogares.
Una forma de ordenar este proceso, ya sea que se realice previamente a un nacimiento o durante el crecimiento de nuestro bebé, es yendo por habitación y confeccionando una lista de potenciales peligros para poder afrontarlos con anticipación.
Otra idea es la de tapar enchufes y cables. Para ello, podemos usar distintos artículos diseñados para tal tarea: un básico para cualquier hogar con pequeños. Los niños tienden a meterse de todo en la boca o poner sus manos en muchos lugares, con lo cual resguardar la electricidad es crucial.
Bibliotecas, estanterías y otro tipo de muebles de tamaño considerable pueden ser fácilmente amurados a las paredes para evitar que caigan encima de nuestros pequeños si ellos tiran de estos o intentan treparlos.
Aunque no lo creas, las alfombras suelen ser un recurrente motivo de caída para los que recién empiezan a deambular. Colocar antideslizantes bajo las alfombras podría ayudar a evitar golpes extra.
Objetos pequeños o frágiles, los peores enemigos
Dejar lejos del alcance de nuestro hijos los objetos pequeños que pueden tragarse u objetos frágiles que pueden romperse y lastimar al caer puede resultar una tarea casi diaria. Sin darnos cuenta, es usual que dejemos pequeñas cosas en distintos lugares de la casa, más aún en nuestra etapa pre-bebé.
Objetos de uso común como monedas, tapas, piezas de juguetes no aptos para sus edades, incluso plantas que pueden desmejorar la salud pueden ir directo a la boca de nuestros hijos en un pestañear.
La protección de los bordes también alcanza la categoría de básicos en esta lista. Bordes afilados de mesas, sillas, puertas o muebles pueden lastimar a nuestros hijos si no los protegemos correctamente. Mejor usar las hornallas de atrás para evitar quemaduras y jamás cocinar con nuestros hijos a upa.
El corralito, un datazo
Muchas veces no podemos estar todo el día mirando a nuestro pequeño, y más si pasamos momentos a solas con él o ella. También necesitamos ir al baño o cocina, entre otras necesidades. Pero en edades en las que los niños ya se sientan por sí solos, gatean o caminan, podemos poner un corralito en el lugar de la casa que necesitemos, para más tranquilidad.
Sin dejar de estar atentos, nos permite darnos vuelta por un momento para abrir la heladera sabiendo que nuestro hijo se encuentra contenido en un espacio cuidado, con juguetes, alfombra, y puerta cerrada. Dependiendo de la edad, puede ser más o menos espacioso.
Otros tips para evitar accidentes
Estos son otros consejos interesantes para mejorar la seguridad:
- Usar seguridad para las puertas de las alacenas que albergan nuestros productos de limpieza, medicamentos o artículos tóxicos.
- Poner topes en las puertas para evitar que se encierren o se agarren los dedos también puede ser una gran idea. Incluso pueden conseguirse topes de colores, con formas y dibujos.
- Es preciso cuidar la colocación de frazadas, almohadas o peluches en la cuna de nuestros bebés, para evitar todo tipo de ahogamiento.
- Cuidar la ubicación de objetos específicos como bolsas de plástico, herramientas, encendedores, kit de costura, pilas, cubiertos, tijeras, imanes, plancha o utensilios de cocina filosos.
- Menciones especiales a cuidados puntuales como piscinas, chimeneas, puertas a ambientes exteriores, escaleras, balcones y ventanas.
Recordemos que la prevención es posible y funciona. No hace falta que infundamos miedo a nuestro hijos: al fin y al cabo, golpearse al aprender a caminar es más que natural. Con los pies en la tierra, no los dejemos solos nunca y protejamos nuestros espacios para que disfruten de la interacción con el hogar con la mayor plenitud posible.