La independencia y la autonomía proporcionan al niño la capacidad de sentirse seguro consigo mismo, tomar decisiones, aceptar las consecuencias de sus actos y tener una autoestima alta. Por eso, debemos ayudarles a fomentar su independencia desde bebés.
Un niño independiente es un niño más feliz
La autonomía y la independencia no es algo que se encuentra, es algo que se crea. Muchos estudios afirman que estas capacidades empiezan a desarrollarse desde la primera infancia, es decir los primeros meses de vida.
Y para que un niño logre desarrollar su independencia es necesario que su familia le ayuden y le den la oportunidad de tomar sus propias decisiones.
Un niño independiente…
- Confía en sí mismo.
- Consigue una autoestima alta.
- Tiene más posibilidades de alcanzar sus metas.
- Está seguro de sí mismo.
- No teme competir.
- Huye de los retos.
- Es más creativo.
- Sabe tomar la iniciativa.
… en definitiva, un niño autónomo es un futuro adulto feliz.
Consejos para alcanzar estos objetivos
- Dale a tu hijo espacio para descubrir y explorar. Es importante que su zona de juegos sea lo más amplia posible y pueda moverse por ella con cierta autonomía, aunque siempre evitando todo aquello que pueda ser peligroso.
- Deja que tome pequeñas decisiones desde pequeño y respétalas. Pueden ser temas tan sencillos como elegir la camiseta que ponerse o qué fruta tomar de postre.
- No sobreprotejas a tu hijo, a ningún padre ni madre le gusta que su hijo se haga daño o sufra, pero es inevitable que pase por situaciones así en su vida, y lo mejor que puedes hacer por él es ayudarle a afrontarlas.
- No te inmiscuyas en su vida, respeta cierta intimidad, sobre todo a medida que llegue a la adolescencia. Si tu hijo siente que su independencia no es respetada, puede buscarla mediante la rebeldía, el chantaje, la desobediencia, etc.
- No confundas darle libertad con dejarle hacer lo que le dé la gana. Los bebés y los niños necesitan normas y límites toda su vida, aunque estos pueden irse adaptando a su edad y su madurez.
- No hagas todas las cosas por él. Si le dices que debe recoger la habitación o vestirse solo, debes dejarle que lo haga aunque tarde más tiempo. De otra manera, nunca aprenderá y querrá que siempre hagas todo por él. Puedes enseñarle cómo se hace o ayudarle, pero nuca hacerlo tú por él.
- Háblale con claridad y con un vocabulario adaptado a su edad, no le hables como a un bebé ni le trates como tal cuando ya no lo sea.
- Respeta sus decisiones y déjale que se involucre en los temas familiares. Pide su opinión siempre que sea factible.